Nueva York, 26 de noviembre. Dos de los plantones más grandes de Ocupa Wall Street –después de las expulsiones en Nueva York, Chicago, Portland y otras ciudades– afrontan órdenes de desmantelamiento en las próximas horas, mientras que el movimiento empieza a pasar a una nueva fase de iniciativas nacionales para enfrentar desde la crisis hipotecaria hasta la deuda estudiantil y, con ello pasando de la etapa de ocupaciones físicas de espacios hacia su objetivo de ocupar todo.

Los Ángeles y Filadelfia, cuyos gobiernos municipales han contrastado con casi todos los demás en el país por su relación cooperativa y hasta apoyo al movimiento Ocupa Wall Street, como por la ausencia de represión, enfrentamientos violentos y arrestos, anunciaron que necesitan desalojar los plantones por razones de seguridad pública, salubridad y restauración de los espacios ocupados. Ambos han dialogado directamente con los manifestantes y buscan una solución negociada, afirman.

En Los Ángeles, el alcalde Antonio Villaraigosa, anunció el viernes que a partir de la primera hora del lunes el campamento de Ocupa Los Ángeles tendrá que ser desmantelado por razones de seguridad publica.

El plantón de más de 450 tiendas de campaña que ya tiene más de siete semanas fue inicialmente apoyada por el gobierno municipal incluido el propio alcalde, aunque desde un inicio él indicó que no podría permanecer de manera indefinida.

Aunque aún no se sabe si la policía obligará a la expulsión de los integrantes del plantón activo más grande en el país, las autoridades indicaron que ayudarán a trasladar a los manifestantes y sus pertenencias, y darán asistencia para encontrar albergue para los sin techo que se han sumado al campamento. El jefe de policía insistió en que la meta es hacer esto lo más pacíficamente posible.

Villaraigosa –un ex sindicalista y organizador comunitario– elogió al movimiento Ocupa pero argumentó que era tiempo de pasar a otra fase. En conferencia de prensa afirmó que en siete breves semanas, ustedes han despertado la conciencia del país. Han dado voz a los que no han sido escuchados, pero que el movimiento está en un momento decisivo, en que tiene que optar entre promover su mensaje de igualdad económica o simplemente defender una parcela de terreno.

Sin embargo, los manifestantes y algunos de sus simpatizantes han expresado su oposición a esta orden de desmantelar su plantón; y presentado una serie de demandas incluida una moratoria en las ejecuciones hipotecarias en la ciudad como el retiro de todos los fondos municipales de los principales bancos, pero también otras más ambiciosas que serían más difíciles de cumplir, reportaron Ocupa Los Ángeles y Los Ángeles Times.

En Filadelfia, el alcalde Michael Nutter, quien hasta visitó el plantón en su primera noche, anunció que a partir de las 17 horas de este domingo se tendrían que desmantelar las tiendas de campaña y no se podrá pernoctar en ese espacio, aunque ofreció otro cruzando la calle donde los manifestantes podrían permanecer durante el día. El plantón de unas 250 tiendas de campaña donde cientos han permanecido desde el 6 de octubre ahora está debatiendo su respuesta a la orden.

A nivel nacional, el movimiento continúa ampliándose a pesar de intentos de desalojarlo, ya no sólo en plantones, sino en todo tipo de ámbitos: ya no sólo en zonas urbanas. Por ejemplo, después de desmantelar el campamento en Portland, se han multiplicado acciones e iniciativas de Ocupa en por lo menos 18 pueblos rurales de Oregon (dos de ellos con menos de 40 habitantes), donde han realizado acciones desde procesiones funerarias para el sueño americano, ocupaciones de algunos centros, acciones de limpieza de otros, y actos de solidaridad con otros Ocupa alrededor del país.

A finales de esta semana se realizaron protestas de Ocupa en Wal Mart y varios grandes comercios más en varios estados, incluido el estado de Washington, Oregon, Pensilvania y Oklahoma, durante el llamado viernes negro, promovido por las grandes empresas como el día más activo de compras prenavideñas. Hubo acciones en Minnesota contra Michele Bachmann, precandidata presidencial republicana ultraconservadora, como también planes la semana entrante para instalar 99 tiendas de campaña (simbolizando el 99 por ciento) para desafiar órdenes contra los campamentos en Minneapolis.

Diversos grupos de trabajo tanto dentro del movimiento como de apoyo continúan elaborando acciones, desarrollando documentos de visión y, sí, hasta formulando posibles demandas, además de ampliar continuamente sus relaciones con otras agrupaciones sociales (sindicatos, iglesias, inmigrantes, estudiantes y más).

Entre algunas de las próximas iniciativas y acciones que se están programando está la del próximo este lunes, cuando estudiantes en varios campus de la Universidad de California, posiblemente junto con estudiantes en los diversos colegios de la Universidad de la ciudad de Nueva York, convocaron a una huelga estudiantil contra el incremento de colegiatura, reducción de servicios, presupuestos de austeridad y en protesta contra las represiones que han sufrido los estudiantes en días recientes.

Otras iniciativas que se están desarrollando incluyen la de una campaña nacional sobre la deuda estudiantil, con la que se intentará obtener un millón de firmas y, una vez logrado eso, declarar un cese del pago de esas deudas (ver: http://occupystudentdebtcampaign.com/). El total de la creciente deuda estudiantil ya asciende a 958 mil millones, e impone una carga a todo estudiante después de egresar de la universidad.

Por otro lado, se está impulsando una campaña para evitar los lanzamientos de familias de sus casas cuando ya no logran pagar sus hipotecas, llamada Organiza para ocupar en diversas comunidades.

Además, considerarán ocupar espacios abandonados para crear vivienda. Otra vertiente de este esfuerzo será un intento de acciones a nivel nacional por Ocupa Wall Street el 6 de diciembre para realizar plantones en viviendas y granjas a lo largo del país que han sido o están por ser reclamadas por bancos, y sus residentes desalojados por no poder pagar sus hipotecas.