Estereotipos obstruyen el acceso a la justicia: Silva Meza
Sábado 26 de noviembre de 2011, p. 3
La persistencia de concepciones atávicas y normas construidas con estereotipos de género obstruyen el acceso a la justicia, como ha ocurrido con los asesinatos de mujeres, y en particular el caso del campo algodonero en Ciudad Juárez, advirtió Juan Silva Meza, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Destacó la necesidad de que entre los impartidores de justicia empiece ya a permear un cambio a fin de que en sus resoluciones se incorporen criterios internacionales en materia de derechos humanos, los cuales robustecen el ejercicio argumentativo en la impartición de justicia
.
Para ello, dijo, ya están sentadas las bases en el país con las reformas constitucionales en materia de justicia penal, amparo y derechos humanos.
También están los criterios adoptados recientemente por la SCJN, a partir de la discusión del caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla en la época de la guerra sucia. Todas estas, dijo, constituyen herramientas invaluables en el quehacer jurisdiccional.
Silva Meza inauguró ayer el congreso nacional Juzgar con perspectiva de Género, organizado por el Consejo de la Judicatura Federal. Luego, en una conferencia introductoria a las mesas de trabajo, planteó la necesidad de que los procesos judiciales se lleven a cabo al margen de visiones que establezcan diferencias injustificadas y denigratorias en perjuicio de las personas o por razones de género.
El encuentro formó parte de las actividades con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ahí, el ministro presidente de la Corte también resaltó que el derecho es una herramienta de contrapeso del poder.
Sin embargo, para que eso sea una realidad, particularmente en el caso de la perspectiva de género, es necesario de entrada reconocer que muchas de las normas están construidas sobre estereotipos que asignan papeles sociales de manera arbitraria a hombres y mujeres en virtud de su sexo.
Las juzgadoras y los juzgadores de la democracia están llamados a dejar a un lado concepciones atávicas que consideran que ciertas consecuencias jurídicas derivan necesariamente del género de cada persona, subrayó.
Silva Meza fue insistente en lo complejo que resultará liberar a los jueces de anteojeras
, porque significa reconocer prejuicios propios, lo cual no siempre es placentero, dijo, pero los juzgadores debemos ser jueces implacables de nosotros mismos
.
Luego mencionó que el máximo tribunal ha tenido ya algunas contribuciones para fortalecer la perspectiva de género con sus resoluciones en torno a la constitucionalidad de las cuotas de género que favorecen la participación política de las mujeres en condiciones de igualdad.
También está el reconocimiento del derecho a la libertad sexual de la mujer dentro del matrimonio; así como el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de una persona transexual que decide cambiar su nombre y las reformas que permitieron el matrimonio entre personas del mismo sexo en el DF.