La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó en febrero a la inmobiliaria Hansa Urbana de la aprobación del resolutivo ambiental para la construcción del megaproyecto Cabo Cortés, antes de darlo a conocer al público, y acordaron que la empresa haría un extrañamiento para desmarcarse y darle credibilidad, informó Greenpeace.

En correos electrónicos y comunicaciones escritas que obtuvo la organización por medio de solicitudes de información por Infomex, se menciona al secretario de Economía, Bruno Ferrari, pendiente de que en Semarnat todo siga en marcha (en septiembre de 2010) y como intermediario para concertar una reunión entre el dueño de la empresa, Rafael Galea, y Juan Rafael Elvira Quesada, titular de la dependencia. También se mencionan posibles reuniones con Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia.

Con la solicitud folio 0001000081511, la organización obtuvo copia simple de comunicaciones escritas y electrónicas entre Bruno Ferrari, Gustavo Hernández Rodríguez, secretario técnico del titular de Economía, y José Alfonso Lozano García, coordinador de proyectos de inversión de ProMéxico.

Este plan turístico consta de alrededor de 30 mil cuartos de hotel e inmobiliarios a un lado del parque nacional Cabo Pulmo, el cual acaba de ser visitado por una misión de expertos internacionales de Unesco, Ramsar y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, para determinar si el plan pone en riesgo el arrecife, el más conservado del Pacífico.

En el correo, enviado el pasado 25 de febrero por José Alfonso Lozano a Luis Olivé Hawley, también funcionario de ProMéxico, se informa que Rafael Galea, presidente de Hansa llamó al titular de Semarnat para saber de las emisiones de permisos a su proyecto Cabo Cortés. Aunque Rafael Galea no acudió a una cita acordada con Elvira, asistió su hijo, Juan Rafael Galea.

Según el mensaje acordaron que el siguiente lunes la empresa iría a Semarnat por el resolutivo ambiental en los términos acordados; el martes en conferencia de prensa anunciarían el resolutivo de la manifestación de impacto ambiental haciendo énfasis en que el proyecto cumple a cabalidad con la normatividad aplicable, y el miércoles la empresa dará su conferencia de prensa en el mismo sentido, pero aclarando que estas decisiones han obligado a la empresa a incurrir en costos adicionales que no esperaban desmarcándose de la conferencia del martes (credibilidad)”.

En un comunicado del martes primero de marzo, la Semarnat dio cuenta de la conferencia de prensa y de la autorización parcial del proyecto, en el que no se avaló la construcción de la planta desalinizadora ni las obras marinas, las cuales requerirían otra manifestación de impacto ambiental.

Sobre estos correos, la Semarnat indicó que los desconoce, que no sabe porque se utiliza el nombre del secretario y la información no salió de la dependencia. Greenpeace precisó que la respuesta vía Infomex la dio la Secretaría de Economía.