Por unanimidad, el Senado aprobó ayer disposiciones legales que permiten a los actores, compositores y en general a los creadores artísticos y culturales, tener acceso a la seguridad social.

Aunque a la sesión senatorial acudió un grupo numeroso de famosos, de rostros muy vistos en las pantallas de televisión, como Alberto Estrella y Martín  Urueta, quien robó la atención fue el priísta Manlio Fabio Beltrones Rivera.

El coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien recién se retiró de la contienda por la candidatura de su partido a la Presidencia de la República, fue rodeado, luego de aprobarse la reforma, por los actores y compositores, que querían tomarse la foto con él. Evangelina Elizondo lo invitó a incursionar en la actuación.

A este señor siempre lo veo en televisión, entonces le voy a buscar un papel, dijo la experimentada actriz. Beltrones Rivera le respondió sonriente: Ya quedé disponible, así que usted dispone. Dijo que está dispuesto a interpretar cualquier papel en la pantalla.

Los artistas y compositores estaban realmente contentos por la aprobación en el Senado de la reforma por la se crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo para el Acceso de Artistas, Creadores y Gestores Culturales a la Seguridad Social.

Se trata de una iniciativa de la senadora perredista María Rojo, presidenta de la Comisión de Cultura de esa cámara, quien ayer en tribuna expuso que se trata de dar derecho a la seguridad social a un sector que ha estado excluido de esa prestación por realizar su trabajo mediante contratos que son de carácter eventual.

Igualmente, el senador del PRI, Francisco Arroyo Vieyra, dijo que las generaciones futuras no se van a acordar “de quiénes manejaban la Bolsa de Valores, las grandes fortunas o los grandes poderes, pero sí de “María Rojo caminando por el malecón de Veracruz, de la música de José Alfredo Jiménez y de Martín Urieta, de Silvia Pinal en el Inocente, con Pedro Infante”.

En el dictamen se resalta que los integrantes de la comunidad  artística y cultural trabajan en condiciones excepcionales, pues rara vez son contratados mediante una relación laboral que los incorpore al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o a cualquier otro organismo estatal o  municipal similar.

El fondo, para la seguridad social de los artistas y creadores, se constituirá con los recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación en cada ejercicio fiscal, las aportaciones que a título gratuito realicen las entidades y el Distrito Federal, así como con los productos que se generen por la inversión y administración de los recursos y bienes con que cuente el propio rubro.

Se integrará, además, con las aportaciones que realicen los beneficiarios y las donaciones de  personas físicas o morales obligadas a declarar conforme a lo que establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta.

La reforma se aprobó con 88 votos a favor y ninguno en contra. Desde la galería, donde presenciaron la votación, los actores Evangelina Elizondo, Alberto Estrella, Rocío Sobrado, Julieta Egurrola, Adriana Roel, Elia Domenzáin, Rosenda Montero, Tiaré Scanda y Fernando Manzano, y los compositores Martín Urieta, Tomás Méndez y Felipe Gil, festejaron con gritos aplausos.

En la discusión del dictamen, senadores del PRI, del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Verde Ecologista de México destacaron la importancia del consenso logrado y los alcances de incorporar a la seguridad social a artistas, creadores y gestores culturales.

Al final, el actor Alberto Estrella  declaró que es un gran avance, ya que ese derecho a la seguridad social se había negado a los creadores, muchos de ellos desprotegidos. Aludió a que la Asociación Nacional de Actores sólo protege a quienes cotizan.

Los senadores bromearon con Estrella por su papel en la serie televisiva El  Equipo. el actor dijo que para nada querría ser Genaro García Luna. Fue sólo ficción, respondió.

Y absolutamente serio, junto con Evangelina Elizondo, pidió que intervengan ante los diputados para que la minuta pase pronto en San Lázaro.