No sólo el técnico Miguel Herrera se jugará el todo o nada en el próximo torneo con el América, sino también los futbolistas, señaló ayer Óscar Rojas: “Si el equipo no logra lo que la directiva o la afición quiere, la verdad que se complica. Entonces tanto el profe (Herrera) como nosotros tenemos seis meses para demostrar”.

Entrevistado antes de salir de las instalaciones de Coapa, tras la práctica del plantel a puerta cerrada, el zaguero comentó que se encuentran tranquilos y trabajando con toda la disposición para hacer la pretemporada lo mejor posible y esperando para saber quiénes son los que deberán salir y los que llegarán.

Al preguntarle como veía a sus compañeros, principalmente a los extranjeros, que han sido señalados para salir del conjunto, aseguró que no platicamos nada de eso. Estamos bien, entrenando, todos bromeamos, platicamos y eso será decisión de la directiva, pero entre nosotros hay un buen ambiente.

Recordó que el pasado lunes él aceptó continuar en la institución y que le agrada mucho, ya que “este es un equipo que día con día se habla de él, siempre hay críticas, tanto buenas como malas, y uno se acostumbra a eso.

Yo me siento contento, a pesar de que me tocó ser campeón en 2005 y en seis años no se ha logrado nada. Es difícil vivir esto, ver pasar tanto jugadores como entrenadores y no lograr nada.

Rojas estimó que al América no puede llegar cualquier jugador: “De antemano tiene que saber lo que el club se está jugando, lo que vivió el torneo anterior y los años recientes.

Debe tener claro que viene a entregar todo, a pelear por la clasificación y después por el título. Ojalá sea gente que realmente venga a sacrificarse, a correr, a dar todo por este club para lograr un título.

Uno de los americanistas que se escapó de los reporteros fue Daniel Montenegro, quien supuestamente no entra en los planes del nuevo técnico. El argentino no quiso comentar nada cuando detuvo su automóvil para dar autógrafos a unos aficionados.

Después volvió a pararse e incluso tuvo que salir de su auto para ayudar a Diego Reyes, a quien se le apagó el coche. Se le preguntó cuál era su situación y únicamente respondió: Aquí estoy.