A los 74 años de edad, víctima de una insuficiencia cardiaca, falleció la noche del pasado lunes, en la ciudad de México, el ex secretario de Educación Pública, José Miguel González Avelar.

Abogado, poeta y político priísta, quien por más de tres décadas desarrolló una trayectoria pública que lo llevó, entre otros cargos, a ocupar un escaño en la Cámara de Senadores (1982-1985), donde fue presidente de la gran comisión de ese órgano legislativo; destacó también en el campo de las letras y de la poesía con obras como Palindromas (1984), así como en el ensayo, Clipperton, isla mexicana (1997), entre otras.

Durante su carrera política representó a su estado natal, Durango, en dos ocasiones. Fue también diputado federal y ocupó diversos cargos en instancias públicas. Entre ellas, subdirector de Enseñanza Superior en la Secretaría de Educación Pública (SEP), subdirector jurídico del Infonavit y, en sus responsabilidades partidistas, ocupó también el cargo de secretario de prensa y propaganda del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional.

Sus restos fueron velados en una agencia funeraria del sur de la ciudad, adonde acudieron familiares, amigos y colegas de González Avelar. Entre ellos, políticos como Jesús Silva-Herzog Flores, quien destacó su trayectoria política y su honestidad. Fue un político de manos limpias. Algo muy raro en la actualidad, dijo.

Sus familiares, entre ellos su hijo, Fernando González Compeán, productor de cine y teatro, destacaron que en toda su trayectoría pública González Avelar fue ejemplo de rectitud y honestidad. Vivió de su trabajo y eso fue lo que nos enseñó.

Al respecto, su hijo Nicolás Alvarado, escritor, columnista y divulgador cultural, subrayó el profundo compromiso de su padre con la educación y con proyectos que desde la SEP le interesaron mucho y de los cuales, creo, se sentía orgulloso, como haber impulsado la reimpresión de los clásicos que promocionó José Vasconcelos.

Coincidencia de mal gusto

Durante su periodo al frente de la SEP, subrayó, fue congruente con sus principios y detectó las múltiples necesidades del sistema educativo. Por eso, recuerdo que los dolores de cabeza de mi papá se llamaban Carlos Jonguitud Barrios, entonces dirigente del gremio magisterial.

Estaba preocupado porque la educación fuera rehén de un sindicato que representa los peores vicios de la política corporativa y la corrupción.

Por ello, calificó como coincidencia de mal gusto para ambos que el deceso de González Avelar coincidiera con el fallecimiento del ex dirigente sindical, quien murió este martes en el Distrito Federal, pues afirmó que su padre sabía que era necesario modificar al SNTE (...) Creo que se quedó con una gran sensación de asignatura pendiente, porque no tuvo ni el tiempo ni las condiciones políticas para lograrlo.

Sin embargo, agregó que González Avelar también fue un político que dio muchos ejemplos de congruencia, pues mientras otros de su generación estaban ocupados en diversos asuntos, él estuvo al lado del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Javier Barros Sierra, en la defensa de la autonomía universitaria en 1968.

Tras conocerse su deceso, el pleno del Senado guardó un minuto de silencio por su fallecimiento, así como la del escritor Daniel Sada, uno de los narradores más importantes de lengua castellana y quien ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011.

Desde la presidencia de la Mesa Directiva del Senado, el panista Ricardo García Cervantes expresó solidaridad en estos tristes momentos y pesar por los fallecimientos, y pidió honrar la memoria de los dos distinguidos mexicanos guardando un minuto de silencio.

Agregó que como funcionario público, González Avelar ocupó diversos cargos, entre ellos: director general del Instituto Matías Romero y Estudios Diplomáticos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE); director general de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo; director general de Información y Relaciones Públicas de la Secretaría de Programación y Presupuesto.

La SEP y la SRE emitieron por separado comunicados en los que lamentaron el deceso de González Avelar, quien fue titular de Educación del 20 de marzo de 1985 al 30 de noviembre de 1988, en la administración de Miguel de la Madrid.