Madrid, 22 de noviembre. El futuro presidente del gobierno de España, el conservador Mariano Rajoy, decidió fijar una fecha de reuniones con todos los grupos parlamentarios del próximo Congreso de los Diputados, con la excepción de la coalición de la izquierda abertzale (nacionalista) vasca Amauir, a pesar de que ésta es el quinto grupo en número de escaños (siete) y a que representa a un amplío porcentaje de la sociedad vasca. A pesar de la negativa de Rajoy, dirigentes de la izquierda abertzale apelaron a su responsabilidad y se mostraron abiertos al diálogo.

El histórico conflicto del País Vasco, se encuentra en fase de resolución: ETA decretó el pasado 20 de octubre el cese definitivo de la lucha armada; se creó una Comisión Internacional de Verificación del cese de cualquier actividad del grupo armado; además de que destacados líderes internacionales se han mostrado abiertos a servir de mediadores y garantes de un futuro proceso de pacificación, entre ellos el ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan.

Rajoy, triunfador de las elecciones del domingo pasado, fiel a la política de su partido en los últimos ocho años que ha estado en la oposición, mantuvo su rechazo a cualquier tipo de diálogo con el independentismo radical vasco, incluso aunque esto supongo apartar de la primera ronda de contactos institucional a un grupo parlamentario legítimamente elegido en las urnas.

Amauir es una coalición integrada por la izquierda abertzale (herederos de la ilegalizada Batasuna), Eusko Alkartasuna (EA), Arternatiba y Aralar. Como plataforma electoral lograron siete diputados y se convirtieron en la tercera fuerza más votada en el País Vasco. Pero el futuro mandatario español adelantó que no se les incluirá en la citada ronda de contactos, en las que se prevé que se hable de las medidas necesarias para atajar la crisis económica que mantiene al país al borde de la bancarrota.

En una rueda de prensa en San Sebastián, el líder Pernando Barrena y Maribi Ugarteburu, hicieron un ofrecimiento a Mariano Rajoy para que acompañe esta victoria con un actitud de responsabilidad para nuestro pueblo. Señor Rajoy, usted tiene un problema con el pueblo vasco, donde la mayoría social vasca quiere un futuro democrático en base a la adhesión popular.

Lo instaron a que haga frente a las raíces del conflicto político y afronte una solución democrática, actuando con responsabilidad, tal y como estamos haciendo los demás, y abandonando de una vez para siempre la negación y el bloqueo.

Los dirigentes vascos explicaron que su representación parlamentaria en Madrid trabajarán sobre todo para alcanzar una resolución definitiva al histórico conflicto, con dos tareas urgentes: dejar sin efecto las medidas de excepción contra los presos de ETA y sus familiares, y pedir la legalización de Sortu, la formación ilegalizada por su supuesta vinculación al grupo armado.

El diputado de Amauir, Rafa Larreina, también lamentó la actitud inicial del conseravdor Partido Popular, pero explicó que estas reticencias iniciales se verán superadas en poco tiempo, al tiempo que adelantó que su voluntad es trabajar en el Congreso de Madrid con normalidad, para lo que incluso acudirán a la entrevista con el rey de los españoles, que, según le legislación, se reúne con cada grupo parlamentario al inicia de una nueva legislatura.

Las agencias piden nás reformas y ajustes

Mientras el futuro mandatario continúa con sus contactos con los principales líderes europeos, sobre todo la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, la especulación financiera mantiene su acoso a la economía española, tal y como ha ocurrido en las semanas pasadas con Italia y Grecia. El resultado electoral también sirvió de óbice para que las agencias de calificación estadunidenses, Standard & Poor´s y Fitch reclamaron abiertamente una reforma estructural y fiscal ambiciosa y radical, con el argumento de que la clara mayoría del PP podría facilitar la aplicación de medidas de reforma a largo plazo. Asimismo destacaron como uno de los principales puntos débiles de la economía española el alto desempleo, el más alto de la historia, con 5 millones de personas sin trabaja, lo que supone 21.4 por ciento de la población activa.