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¿Son mejores ellas?, pregunta Sara Sefchovich en un libro e invita a que respondamos

Investigadora documenta la relevancia de la lucha de cuatro décadas de las mujeres

El nuevo volumen de la escritora, publicado por Paidós, será lanzado en la FIL de Guadalajara

 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 6

¿Son mejores las mujeres? (Paidós, 2011) es el provocador título del libro más reciente de la socióloga e historiadora Sara Sefchovich, interrogante que no tiene respuesta directa en el volumen que será lanzado el 4 de diciembre en de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

A lo largo de 370 páginas la autora plantea situaciones en las que cree que son mejores las mujeres y otras en las que no: Tengo una posición, pero no la voy a decir, el lector la encontrará en el libro. Sobre todo lo que quiero es hacer que los lectores y las mujeres piensen cómo responderían esta pregunta, porque es muy fácil, políticamente correcta, o muy de moda, decir luego luego que sí. Incluso, todo el tiempo uno escucha a los líderes mundiales, personas tan inteligentes como Michelle Bachelet, decir eso, si el mundo fuera manejado por las mujeres sería mejor. O personas aquí en los institutos de las mujeres que cuando designan a una funcionaria dicen, qué bueno por que la nombraron, no necesariamente. Entonces, esto hay que replantearlo constantemente. Hay muchos hombres que sí tienen una agenda de lucha por las mujeres y muchas mujeres que no.

Nueva colección

¿Son mejores las mujeres? es el segundo libro de una nueva colección para reunir artículos ya escritos sobre asuntos de mujeres que todavía digan algo a las de hoy.

Sara Sefchovich, quien siempre ha trabajado temas de mujeres y cultura, se dio a la tarea de revisar sus cajas de textos de casi 40 años, se encontró con muchísimo material cuya existencia había olvidado, pero que siempre tiene la misma preocupación, el estarse preguntando por la situación de las mujeres, pero en un sentido no mujerista.

Cuando en México empieza este tema de las mujeres que algunos llaman feminismo, mientras que otros no lo quieren llamar así, se va uno al extremo opuesto de decir que todo lo que hacen las mujeres es perfecto, maravilloso y hay que aplaudirlo por el simple hecho de que salgan del silencio, lo que fue muy importante cuando empezaba. Pero, con el paso del tiempo hay que darle su lugar a las cosas en función de la realidad.

Foto
Sara Sefchovich, en su casa, durante la entrevista con La JornadaFoto María Luisa Severiano

De allí que hoy día tenemos que pensar en las mujeres, ya no mujerísticamente, sino como seres humanos, algunas de ellas muy nobles y muy buenas madres de familia, y otras ambiciosas, que matarían y que le meterían el pie a otra.

Los pedazos de ensayos, artículos periodísticos, ficción, conversaciones y traducciones de textos que Sefchovich ha unido para armar el volumen tienen como objeto mostrar la relevancia que ha tenido la lucha de las mujeres en cuatro décadas en el mundo en general y en México en particular.

Respecto de la pertinencia del debate feminista hoy día, para la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, “lo importante en el libro no es tanto el término, sino lo que significa todo esto de qué son las mujeres en la sociedad mexicana, qué oportunidades se les abrieron y cuáles no, toda esta parte que decíamos las feministas de hace años que lo personal es político. Cómo cambiar también no sólo lo que está fuera de ti, la sociedad, la lucha por los derechos humanos, también la vida al interior de la cotidianidad de tu casa, porque muchas mujeres pueden estar en esa lucha y ser grandes defensores de los derechos humanos de sus congéneres, pero en sus casas tener una vida cotidiana muy poco igualitaria o equitativa.

Entonces, este tipo de desfases o huecos es sobre lo que creo en este momento de la vida tenemos que trabajar más allá de si a eso le llamamos feminismo o no. De todos modos, defiendo mucho la lucha de todas las mujeres en estos 40 años en México, que a muchas feministas jóvenes les ha dado por atacar a veces muy virulentamente.