punto de comenzar el sexto y, felizmente, último año del calderonato, la destartalada economía nacional mantiene su ritmo descendente, con ganas de empeorar a lo largo de 2012, pues la perspectiva del vecino del norte, motor del cada día más dependiente aparato económico mexicano, resulta más que ingrata. En este contexto, casi tres años después, la inversión en el país no recupera el nivel previo a la crisis, y la generación de empleo formal arroja resultados inversamente proporcionales al creciente número de discursos.

En su más reciente análisis sobre la realidad económica del país, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados reporta que al cierre de agosto pasado la formación bruta de capital fijo (inversión) aumentó 10.61 por ciento en comparación con el mismo mes de 2010, con lo que se acumularon 13 meses de incrementos consecutivos. Sin embargo, a pesar de que el aumento duplicó el observado en igual periodo de un año atrás, su nivel aún se encuentra por debajo del máximo observado en octubre de 2008 (inicio oficial de la crisis en México), con respecto al cual presenta una caída real acumulada de 6.31 por ciento.

En el octavo mes del presente año la inversión en maquinaria y equipo total tuvo un crecimiento real de 21.45 por ciento debido al alza en sus componentes: la nacional de 16.41 por ciento y la importada de 23.48 por ciento. Por su parte, la inversión relacionada con la construcción se expandió 3.89 por ciento. Esto significó que, durante el periodo enero-agosto de 2011 la inversión fija bruta tuvo un crecimiento de 8.93 por ciento con respecto al mismo periodo de 2010. El gasto total en maquinaria y equipo creció 19.53 por ciento (mientras el importado aumentó 20.31, el nacional lo hizo en 17.72, en tanto que la construcción tuvo un incremento de 2.89 por ciento).

Bajo cifras ajustadas por estacionalidad se aprecia una caída en la inversión pese al impulso de la inversión en maquinaria y equipo nacional; en agosto, la formación bruta de capital fijo total disminuyó 0.44 por ciento con relación al mes anterior, su primera caída después de cinco alzas consecutivas. El gasto total en maquinaria y equipo se redujo 0.05 por ciento como resultado de una contracción de su componente importado en 0.82 por ciento, y de una expansión de su parte nacional de 0.32 por ciento; en tanto que la construcción se cayó 0.47 por ciento en ese mes.

Por el lado del empleo, el análisis del CEFP señala que durante octubre del presente año se generaron 123 mil 106 empleos permanentes y eventuales urbanos, para alcanzar 15 millones 338 mil 317 cotizantes. Con esto, en lo que va de 2011 sólo se han generado 726 mil 688 cotizantes, casi 117 mil empleos menos que lo acumulado en el mismo periodo de 2010. Esto implica que las reducciones de plantillas de final de año (en diciembre suelen reducirse los cotizantes en el IMSS en más de 100 mil personas), podrían arrojar un saldo laboral por debajo de lo pronosticado por el Banco de México.

Al comparar las cifras de empleo con la situación que vivía el país antes de comenzar la crisis (octubre de 2008), se puede ver que sólo se han generado 862 mil 482 empleos, de los cuales el 43.8 por ciento han sido eventuales y el resto permanentes. Es decir, de octubre de 2008 a octubre de 2011 se ha crecido a un ritmo de 287 mil 500 empleos anuales, muy por debajo de lo necesario para cubrir el aumento de la población en edad de trabajar. Así, de acuerdo con el reporte trimestral de la Encuesta de Ocupación y Empleo, en el tercer trimestre de 2011 se perdieron 77 mil 508 trabajos en las manufacturas, lo que evidencia claramente la disminución en la actividad exportadora del país.

Ante dicho rezago laboral, los mexicanos tuvieron que buscar la manera de generar ingresos en otros sectores económicos. De esta manera, de acuerdo con la ENOE, en el último año 533 mil 697 personas se incorporaron a la informalidad, alcanzando más de 13.4 millones de individuos. Además, si dicho sector se midiera con el número de sujetos ocupados sin acceso a las instituciones de salud, la cifra crece a 64 por ciento. Es decir, más de 30 millones de personas estarían trabajando en empleos informales.

En suma, la economía sigue generando pocas oportunidades laborales, y dicha situación se está agravando por la desaceleración económica en Estados Unidos. Por ello, el Banco de México bajó su pronóstico sobre generación de empleo para 2011 y 2012 en su informe de inflación para el tercer trimestre, al pasar de 600 a 700 mil (proyección en el primer trimestre de 2011), a de 560 a 620 mil empleos para este año, y entre 500 y 600 mil para 2012. Ante esta situación es previsible que el mercado interno también desacelere, y con ello se agrave la situación económica de un amplio sector de la población.

Por otra parte, el incremento de los precios ha repercutido más en la población que percibe menos ingresos en México, es decir, la mayoría de los habitantes de este país. La inflación anual de los bienes y servicios que adquirieron las familias con un ingreso hasta de un salario mínimo fue de 3.88 por ciento, cifra por arriba de la inflación general; para los hogares con ingresos de entre uno y tres salarios mínimos el incremento en los precios fue de 3.65 por ciento; para aquellos que perciben entre tres y seis salarios mínimos la inflación fue de 3.5 por ciento, y para los hogares con ingresos superiores a seis salarios mínimos la inflación anual fue de 3.41 por ciento. Así, se observa que las familias más desfavorecidas tuvieron una pérdida mayor en su poder de compra.

Se registra un aumento de precios de los alimentos, tanto procesados como agropecuarios, que pasó de 4.65 por ciento en junio, a 4.68 por ciento en septiembre, manteniéndose por arriba de la inflación general anual. En tanto que la inflación de la canasta básica, la cual representa una tercera parte en la inflación general, aumentó al pasar de 3.25 por ciento a 3.64 por ciento, en el periodo señalado, apoyada, en parte, por el mayor crecimiento en el precio de los alimentos procesados, en particular las tortillas, lo que implicó que la inflación anual de esta variable fuera superior a la inflación general.

Las rebanadas del pastel

Un caso más del país de las cosas al revés: en el estercolero conocido como Instituto Nacional de Migración despiden a quienes denuncian la corrupción y premian a los corruptos (La Jornada, Fabiola Martínez). Lo mejor del caso es que la versión oficial indica que los despidos se dieron por razones de fortalecimiento institucional. Qué cara más dura.

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