Ottawa, 20 de noviembre. La delegación mexicana que asiste a la 18 Reunión Interparlamentaria México-Canadá, que este lunes se inicia, lleva una agenda en la que sobresalen los temas de seguridad, combate al crimen organizado y las visas.

Los senadores y diputados insistirán ante los parlamentarios canadienses en los efectos negativos de la medida que en 2009 estableció el gobierno de Canadá de exigir visado a los ciudadanos mexicanos que pretendan ingresar en su territorio.

En esta ocasión, a los 18 legisladores que integran la delegación mexicana –que encabeza el presidente del Senado, José González Morfín– se les exigió visa. Al respecto, el diputado Porfirio Muñoz Ledo dijo que no había visto eso en ningún lugar del mundo y se quejó del tipo de preguntas que se formulan para obtener ese documento.

Lo de las visas es una infamia. A los funcionarios oficiales o parlamentarios nos pidieron también la visa. Yo, que he viajado un poquito, no recuerdo ningún país de la tierra que me haya pedido la visa teniendo pasaporte diplomático oficial.

Además, agregó, las preguntas que se deben responder son tipo interrogatorio. No solamente preguntan de qué vive uno, si tiene dentadura postiza, quién pagará sus gastos o cómo consiguió el dinero, sino incluso cuál es su estatus matrimonial.

Muñoz Ledo agregó que en el cuestionario para obtener la visa, se debe indicar cuántos matrimonios ha tenido, cuándo se iniciaron, cuándo terminaron y el motivo de la ruptura. Para alguien como yo, es una pregunta que, obviamente, llenaría muchas hojas, señaló.

El senador del PAN Juan Bueno Torio secundó a Muñoz Ledo y dijo que van a expresar la molestia del gobierno y los ciudadanos mexicanos por esa medida.

En la carpeta de información que se entregó a los legisladores, se señala que el gobierno de Canadá justifica la obligatoriedad de la visa con el argumento de que los connacionales abusaron de las peticiones de asilo político, que en 2008 sumaron 9 mil 500,

En el documento se señala, sin embargo, que la medida respondió también a motivaciones políticas, ya que Canadá pretende alinear sus políticas de migración con las de Estados Unidos, y es también una respuesta a los temores de importar la delincuencia de México a través de una puerta sin vigilancia.

El otro tema proritario es el de la seguridad. Al respecto, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte, Adriana González Carrillo, precisó que harán notar que el tráfico de armas, y en general las actividades del crimen trasnacional, lastiman por igual a México, Estados Unidos y Canadá, por lo que los tres países deben asumir estrategias comunes.

La senadora del PAN refirió que preocupa la decisión que se tomará en el Congreso de Canadá, a petición del Partido Conservador, de eliminar el registro de armas vigente. Nosotros queremos llevar algunos argumentos, con todo respeto a su soberanía, a su independencia, en contra de ello, para evitar que en América del Norte haya exportación ilegal de armas, y que estén cayendo en manos de bandas criminales.

Por la noche, la delegación mexicana fue recibida en el aeropuerto por los presidentes del Senado y de la Cámara de los Comunes, Noel A Kinsella y Andrew Scheeer, respectivamente.