Querétaro, 19 de noviembre. Con gol agónico de Jorge Enríquez, las Chivas respiraron de nueva cuenta –como sentenciado a la horca al que descuelgan antes de la ejecución–, después que los Gallos Blancos les asestaron dos tantos por cuenta del uruguayo Carlos Bueno, para un marcador de 2-1, favorable al Querétaro, en el primer partido de la serie de cuartos de final.

El Guadalajara deberá ganar el próximo sábado en el estadio Omnilife con un gol de diferencia, pues con el empate global avanzará a semifinales. En tanto, el Querétaro pasará a la siguiente fase si empata o gana.

En el estadio La Corregidora, la afición local superó en cantidad a los numerosos seguidores del equipo rojiblanco. Con esa motivación, los Gallos Blancos tomaron el control del juego para que al minuto 9 Emilio López filtrara el esférico hasta el goleador Carlos Bueno.

Desde la media luna, el sudamericano aplicó un efectivo zurdazo que hizo inútil la estirada del portero Hugo Hernández: la pelota entró cerca del ángulo superior izquierdo. El letal atacante festejó como gallo, aleteando, mientras en el graderío la afición se entregaba a su equipo.

Además, Adolfo Bautista, ex jugador del Rebaño, se desprendió de su común ritmo perezoso y semilento, para dar una de sus mejores actuaciones. El Bofo repartió juego y mostró su intención ofensiva.

Chivas careció de profundidad al ataque; siempre que merodeó el área del guardameta Liborio Sánchez –jugador rojiblanco a préstamo con Gallos–, se topó con un ejército de defensores que le cerraba los espacios, estorbó con apretadas marcas y robaba el balón.

La impotencia e inconformidad de los visitantes los llevó a reclamar al silbante en cuanto éste pitó el final del primer tiempo, por lo que el técnico Fernando Quirarte debió apaciguar a sus dirigidos.

Los Gallos pasaron un susto, porque Bueno salió en camilla y cuando caminó se dolió de la rodilla derecha. Los emplumados recurrieron a todo, inclusive, al minuto 49, Bofo Bautista recibió cartón amarillo por simular una falta.

Al 54, Chivas realizó su mejor jugada. Alberto Venado Medina se sacudió la marca de tres rivales, llegó casi hasta la línea de fondo por el lado izquierdo de la portería, y optó por sacar un tiro pésimo cuando tenía dos opciones de pase.

El Sheriff Quirarte sacó a Omar Arellano, quien viene de una lesión, e ingresó a Jorge Mora, después (64) relevó al inoperante Chapo Sánchez y envió a la cancha a Xavier Báez, pero cual balde de agua helada recibió el segundo espolón de los crecidos Gallos.

Al minuto 69, Emilio López avanzó por el costado izquierdo, acompañado por la floja marca de Báez, y mandó un centro al centro del área, donde Jonny Magallón aguardaba el esférico para despejarlo sin sobresaltos, pero se le anticipó, letal, la pierna de Carlos Bueno, quien de esa manera clavó el 2-0.

Los últimos destellos del orgullo tapatío se apagaron cuando el recién ingresado Jorge Enríquez avanzó con decisión hacia la meta local, pero justo en el momento que se disponía a disparar, el zaguero Marco Jiménez lo desarmó de forma impecable.

José Saturnino Cardozo también hizo cambios, pero con el fin de incrementar el romance con la afición. Sacó entre aplausos al Bofo Bautista e ingresó a Michel Vázquez y luego al héroe Bueno, quien dejó su lugar a Efraín Cortés.

Pero las Chivas no estaban muertas, pues justo en la agonía del partido, Jorge Enríquez recibió un largo servicio, le ganó en el salto a Jiménez e hizo un remate picado que entró a la derecha de Liborio, para el 2-1 final.