El músico español Nacho Vegas, quien se presenta este viernes en El Plaza Condesa, considera que es difícil venir a México porque hay poco interés y está muy lejos. El interés por mí empezó hace unos años, cuando vine de la mano de Enrique Bunbury, que fue un lujo; ahora estamos tratando de recuperar el tiempo perdido.

Hablar de Nacho es hablar de uno de los artistas más sobresalientes que ha dado España en los años recientes, sobre todo de la escena indie. Desde muy pequeño mostró ímpetu por la guitarra, instrumento que hasta la fecha ha sido su mayor arma de expresión. Forma parte de la banda Eliminator Jr, con la que grabó la placa Chandal.

Nacho Vegas no ha parado su intensa búsqueda por diferentes horizontes oníricos.

Como cantautor, se reconocen en él las influencias de Will Oldham, Nick Cave, Leonard Cohen, Nick Drake, Bob Dylan y Tom Waits. Explora lo más íntimo de su ser para dar vida a una música intensa, pero digerible. Sus letras suelen refugiarse en un marco onírico, excepto cuando recurre a textos de colegas. También muestra inquietudes creativas poco ortodoxas. Al aspecto roquero incorpora matices minimalistas, que pueden aproximarse tanto a la obra de Pascal Comalade como a los arreglos de Nacho Mastretta.

Vegas ha sido parte importante de la banda Manta Ray, de la que fue fundador y líder. Con los integrantes de ese grupo imprimió su estilo, abrió puertas y fronteras y alcanzó una gran reputación a escala internacional.

Además, ha colaborado con bandas como Los Planetas, Corcobado, Migala, Australian Blonde, Nosoträsh, Lucas 15 y Penélope Trip, y uno de sus grandes trabajos fue al lado del zaragozano Enrique Bunbury en el disco El tiempo de las cerezas.

Su álbum más reciente, La zona sucia, título inspirado en su pasión por la Fórmula 1, está compuesto por 10 intensos temas. Tal vez sea más accesible, pero a la vez alcanza una madurez compositiva intachable. En pocas palabras, resume el abismo emocional del universo vegasiano. Se trata de canciones que muestran al Nacho Vegas contemporáneo: creativo, reflexivo, intenso y descorazonador. El disco se grabó en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María y fue editado por la compañía Marxophone. La placa entró al puesto número tres de las listas de ventas y lleva hasta ahora poco más de 9 mil copias vendidas, 3 mil en la versión de vinilo.

Como ya es costumbre, el músico asturiano vendrá acompañado por su banda, compuesta por Xel Pereda (guitarra y banjo), Abraham Boba (teclados y acordeón), Manu Molina (batería y percusiones) y Luis Rodríguez (bajo).

Conjunción y simetría sonora es lo que sus fans mexicanos escucharán en esta íntima velada con el cantautor Nacho Vegas, que se realizará hoy en El Plaza Condesa. Los boletos están a la venta en los lugares de costumbre.