Buenos Aires, 11 de noviembre. La Cámara Federal de Buenos Aires confirmó hoy el procesamiento y la prisión preventiva de los pilotos y un abogado por su participación en los vuelos de la muerte. Se trata de cuatro pilotos y comandantes de Aerolíneas Argentinas: Enrique de Saint Georges, Mario Arrú, Alejandro D’Agostino y Rubén Ormello.

También figura el abogado Gonzalo Dalmacio Torres de Tolosa, quien fue imputado por el ex capitán de la marina Alfredo Scilingo –detenido ahora en España– como un activo participante en los vuelos de la muerte ordenados desde la Escuela de Mecánica Armada (Esma), uno de los mayores centros clandestinos de detención del país durante la dictadura.

Así, los magistrados de la sala segunda del tribunal de apelaciones, Martín Irurzun y Eduardo Farah, resolvieron esta detención ratificando el fallo del juez federal Sergio Torres, a cargo de la llamada megacausa de la Esma por crímenes de lesa humanidad cometidos en el lugar donde desaparecieron unas 5 mil personas.

El abogado Torres de Tolosa fue acusado como partícipe necesario en la imposición de tormentos en 90 casos, dos de ellos seguidos de muerte y 430 hechos de privaciones ilegales de la libertad (secuestros), siete de ellos seguidos de muerte. También fueron embargados los bienes de los acusados por 529 millones de pesos.

Los magistrados consideraron que existen pruebas fehacientes, ya que se investigaron los archivos de la armada de quienes estuvieron a cargo de los aviones de “los vuelos de la muerte, en fechas como el 14 de diciembre de 1977, cuando arrojaron vivas y narcotizadas al mar desde un avión a las tres madres fundadoras de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Bianco de Ponce, y a otros secuestrados en la iglesia Santa Cruz en esta capital y otros lugares, entre el 8 y el 10 de diciembre. Entre las víctimas estaban dos monjas francesas.

Los cuerpos de las tres madres y otras personas fueron luego hallados en una playa de la costa atlántica, donde fueron enterradas como no identificadas hasta que sus cuerpos fueron rescatados e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2005.

Torres de Tolosa, quien era profesor de la Universidad Católica durante la dictadura, fue asiduo visitante de la Esma, como amigo íntimo del ya condenado ex capitán Jorge Tigre Acosta, un hombre clave en el equipo de mando de la Esma, quien además se apropiaba de los bienes de los desaparecidos y participó en el robo sistemático de niños nacidos en cautiverio.

El abogado y también informante de la dictadura fue detenido en Mendoza porque es considerado el único civil que participó en los vuelos y colaboró en la tortura a los detenidos en la Esma.

En tanto, la Corte Suprema declaró hoy inadmisible un recurso presentado por el Tigre Acosta en el juicio donde se lo juzga por el robo de niños durante la dictadura.

El pasado 26 de octubre Acosta fue condenado por el tribunal oral federal 5 a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Esma, en un hecho histórico, junto con otros emblemáticos represores como Alfredo Astiz, Antonio Pernías, Ricardo Cavallo y otros ocho marinos.

En la causa que juzga el robo sistemático de niños en la dictadura, Acosta presentó un recurso ante la Corte Suprema para apartar a dos jueces del tribunal 9 que lo juzga por este delito imprescriptible.

El presidente de la corte, Ricardo Lorenzetti; la vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco, y sus colegas Enrique Petracchi y Eugenio Raúl Zaffaroni declararon que el recurso era inadmisible mientras los jueces Juan Maqueda y Carmen Argibay lo hicieron por su voto al considerar que había sido presentado extemporáneamente.

En esta causa Acosta es juzgado junto con otra decena de militares por la apropiación de niños nacidos cuando sus madres estaban en centros clandestinos de detención.

Por estos días conmovió al país el testimonio de Sara Solarz de Osatinsky, quien vivió los horrores de la Esma y la pérdida de su esposo y sus hijos de 18 y 15 años por la dictadura. Ella acompañó a unas 15 embarazadas que estaban en la Esma y debió escuchar los relatos terribles del capitán Héctor Vergés, cuando contaba cómo había torturado y matado a sus familiares.

Se sigue en el país el juicio que comenzó hoy en Estados Unidos contra la automotriz Mercedes Benz, por delitos de lesa humanidad cometidos contra delegados sindicales y obreros en complicidad con los militares y después del fallo de la Corte de Apelaciones de San Francisco, que rechazó la apelación de esa empresa.

La demanda civil contra Mercedes Benz en Estados Unidos fue iniciada por familiares de 14 trabajadores desaparecidos y tres sobrevivientes, lo que permitirá una reparación económica para los damnificados, que anticiparon que percibirán el tope establecido por la ley y el resto será donado para la construcción de un hospital en la localidad de González Catán, donde funcionó la planta.