Roma, 11 de noviembre. El Senado de Italia aprobó por 156 votos a favor, 12 en contra y una abstención las medidas de ajuste exigidas por la Unión Europea (UE) antes de que el primer ministro Silvio Berlusconi presente su renuncia bajo la presión de los mercados.

Los senadores italianos adoptaron la ley de ajuste durante una única sesión, a la que asistió por primera vez el economista ortodoxo Mario Monti, el favorito de la UE para suceder a Berlusconi.

Los senadores de la mayor formación de la oposición de izquierda, el Partido Democrático (PD), al igual que sectores moderados del llamado Tercer Polo, no participaron en el voto, como gesto de responsabilidad ante la crisis.

El plan incluye la cesión de activos públicos, la reforma del sistema de jubilaciones, la privatización de empresas públicas y la simplificación de la administración pública. Igualmente, fija severas medidas para estimular el empleo y el crecimiento económico, casi nulo en los últimos 10 años, como una manera de reducir la colosal deuda pública del país, de 1.9 billones de euros (correspondientes al 120 por ciento del producto interno bruto).

Con la posible designación de Monti, un tecnócrata que cuenta al parecer con el apoyo de la mayoría de los sectores políticos del país, Italia espera reconquistar la confianza de los mercados y evitar el hundimiento del país, gracias a una transición ordenada y decidida en un plazo récord.

Si todo funciona como fue previsto, la Cámara de Diputados ratificará las medidas este sábado, tras lo cual Berlusconi presentará su anunciada renuncia y el domingo será remplazado por Monti.

En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, demandó este viernes a Italia realizar reformas y no elecciones, durante un discurso pronunciado en la ciudad de Florencia, al comentar la adopción en el Senado italiano del plan de ajuste exigido por la UE para reconquistar la confianza de los mercados.

Por otra parte, el premier ruso, Vladimir Putin, amigo de Silvio Berlusconi, calificó como uno de los últimos mohicanos en política a Il Cavaliere, pese a su actitud escandalosa con las mujeres.