La ley migratoria de Alabama, contraria a valores de EU, asevera
Jueves 10 de noviembre de 2011, p. 11
Washington, 9 de noviembre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó que su gobierno tenga planes para aplicar nuevos controles a la venta de armas, aunque reconoció la seriedad del problema de su trasiego ilegal a países como México.
Sólo un día después de que el procurador general de Justicia, Eric Holder, admitió que el gobierno estadunidense está perdiendo la lucha contra el tráfico de armas hacia México, Obama fue cauto pero realista en su valoración al respecto.
El mandatario sostuvo que la estrategia
será hacer valer las leyes existentes, pues su administración no tiene planes para presentar nuevas iniciativas tendientes a aplicar nuevos controles a la venta de armas.
Reconoció que el tráfico ilegal de armamento hacia México es un problema tan difícil de detener como el tránsito de drogas hacia Estados Unidos.
En un encuentro con medios de prensa electrónicos celebrado este miércoles, el presidente reconoció la seriedad del problema al señalar que su gobierno ha tomado acciones para hacer una labor más efectiva en la materia.
Sin embargo, admitió que dada la imposibilidad de sellar la frontera para evitar la entrada de drogas a Estados Unidos, no es factible detener todas las armas que se trafican de norte a sur
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Reiteró que su gobierno aún puede mejorar su trabajo en este frente, labor que se ha visto empañada tras las revelaciones sobre la existencia de la operación Rápido y furioso.
Bajo ese operativo, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos permitió el ingreso ilegal de más de 2 mil armas a México, como se hizo antes con el programa Receptor abierto, aunque en este caso el volumen rebasó apenas las 300.
El gobernante evitó responder a la demanda para restaurar la prohibición de armas automáticas de asalto, como lo solicitara en su oportunidad el presidente Felipe Calderón durante su visita de Estado de mayo de 2010.
Por otra parte, Obama dijo que la ley de migración de Alabama no sólo constituye una respuesta equivocada a este fenómeno, sino que es contraria a los valores que distinguen al país.
Destacó el negativo impacto que la ley tiene en las escuelas, y consideró que la criminalización de quienes asisten a migrantes, aún en situaciones de emergencia, no armoniza con nuestros valores
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Como en ocasiones anteriores, Obama desestimó las críticas a las deportaciones récord que ha llevado a cabo su gobierno, al enfatizar que esta política se realiza de la forma más humana posible
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Agregó que existe un amplio abanico de medidas administrativas para avanzar en este sentido, particularmente para evitar la separación de menores de sus padres, pero reconoció que muchas no están en curso ahora
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