Miércoles 9 de noviembre de 2011, p. 32
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que renunciará a su cargo tras la humillación sufrida en una votación parlamentaria que lo dejó sin la mayoría en la Cámara baja. Ahora corresponde al presidente italiano, Giorgio Napolitano, decidir si debe convocar a nuevas elecciones o si pide a otro líder que trate de formar un nuevo gobierno. Cuando un gobierno cae o renuncia, es deber del presidente consultar a los líderes de los partidos y designar a un nuevo líder para tratar de construir una mayoría en el Parlamento.
Estos son algunos de los nombres sugeridos como posibles sucesores para el puesto de primer ministro:
Gianni Letta. Subsecretario de gabinete, de 76 años, es visto como la mano derecha de Berlusconi y uno de los que en definitiva fijan la política italiana. Es respetado, pero enfrenta la oposición de líderes de otros partidos que han dicho que no respaldarán un gobierno liderado por una figura tan cercana al campo de Berlusconi. Letta es graduado en derecho y tiene experiencia en periodismo. Fue mencionado con frecuencia por Berlusconi como posible presidente de la República.
Angelino Alfano. Identificado por Berlusconi como sucesor favorito, el siciliano de 41 años se desempeña como secretario general del partido PDL, tras renunciar como ministro de Justicia en julio. Rechazado por los críticos como un acólito de Berlusconi que ha respaldado con vigor la guerra del primer ministro contra el sistema judicial y los jueces, tiene pocos seguidores propios en un partido construido alrededor de su fundador. Alfano se convirtió en el ministro de Justicia más joven de la historia de Italia cuando asumió el cargo en mayo de 2008. Poco después presentó una ley diseñada para proteger a Berlusconi de los juicios, la cual fue desechada por el Tribunal Constitucional.
Mario Monti. Ampliamente considerado como favorito para encabezar un gobierno tecnócrata con el mandato de impulsar las reformas económicas. Distinguido economista y ex comisario europeo, Monti, de 68 años, es presidente de la Universidad Bocconi de Milán y presidente honorario de Bruegel, organización de política económica europea que creó en 2005. Ha propuesto reformas radicales a la retrógrada economía de Italia.