Suemi Rodríguez argumenta razones de crear nuevas carreras
Martes 8 de noviembre de 2011, p. 41
Una universidad de masas, preparada para el cambio, que revise sus modelos educativos y actualice a sus docentes, fortalezca las competencias, induzca el dominio del inglés y la movilidad internacional tanto para alumnos como para profesores, promueva e incremente su calidad y abra nuevas licenciaturas son algunos de los puntos que Suemi Rodríguez Romo, aspirante a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), llevaría a efecto en caso de ser designada en el cargo para el periodo 2011-2015 por la Junta de Gobierno (JG).
Rodríguez Romo es licenciada en ingeniería química por la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán –entidad de la que es directora hace seis años y profesora desde 1983– y realizó el posgrado en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Hizo varias estancias posdoctorales en las universidades de Konstanz, Alemania; Católica de Lovaina, Bélgica, y California en Davis, Estados Unidos.
–¿Por qué participar?
–Fui la primera en manifestarme en favor del doctor José Narro (actual rector), pero después hubo una reunión entre académicos de la UNAM y directores de unidades multidisciplinarias y bachilleratos, quienes me dijeron que yo podía ser candidata. Fue sorpresivo y halagador, lo pensé y concluí que valía la pena participar. Acepté porque la universidad es una institución grandiosa, el mejor proyecto educativo que ha tenido el país.
–¿Cómo ve hoy a la UNAM?
–No es usual que se invite a participar a un académico que no esté en el campus de Ciudad Universitaria (CU), y desde la periferia las cosas se ven muy diferentes. A veces hago bromas de que no es lo mismo ser Mercurio que Plutón, que no sabe si es planeta o lo degradaron a planetoide. Desde acá se ve a la UNAM en núcleos aislados. Es increíble, pero la relación que pudiera tener una unidad multidisciplinaria con un instituto o entidad foránea es casi nula. El bachillerato parece desarticulado de la licenciatura y ésta del posgrado; los investigadores hacen un esfuerzo por subir nuestro nivel de eficiencia de artículos publicados, pero separados de la riqueza que implica el contacto con estudiantes y profesores. En CU quizás se sienta menos el efecto, pero también están desconectados con otras entidades e incluso dentro de la propia CU.
Movilidad internacional es un programa fantástico, hay que continuarlo y llevarlo a los profesores de bachilleratoFoto Roberto García Ortiz
–¿Cuál es su plan de trabajo?
–Hay que vincularnos con el
“La universidad debe estar preparada para el cambio y eso implica transformación de modelos educativos, no sólo de planes curriculares. Tenemos que preparar a nuestros profesores, convencerlos de que tienen que actualizarse, fortalecer las competencias, el dominio del idioma inglés en estudiantes y maestros.
“Movilidad internacional es un programa sensacional y hay que continuarlo; le ha cambiado la vida a los chicos. Hay que llevarlo a los profesores, incluidos los de bachillerato; debemos cambiarles las expectativas.
Un punto central es la calidad como una forma de vida. No hablo de certificaciones, normas y acreditaciones, sino dar seguimiento, evaluar y revisar lo que se realizó, para repensar lo que ha fallado y volverlo a planificar. Debemos dar docencia de mayor calidad y hacer una investigación más pertinente con el desarrollo del país; no toda debe estar ligada a las necesidades del sector productivo.
Para Rodríguez es fundamental que la UNAM continúe siendo una institución de masas y gratuita, lo que no está peleado con la calidad
y permite a muchos jóvenes acceder a la formación superior. Además, se deben abrir opciones a nuevas carreras no tradicionales e incrementar la enseñanza del inglés.
Del envejecimiento de la planta académica y los programas de estímulos, señala que son dos problemas a resolver en lo inmediato para tener resultados en el mediano plazo. Para el primero propone jubilaciones dignas; en tanto que los estímulos deben ser relacionados con la calidad, más que con productividad.