Preso intentó suicidarse tras recibir paliza de custodios: ombudsman
Las golpizas son habituales durante los cateos de celdas, revela interno
Este año se han recibido 17 quejas y ha habido dos huelgas de hambre
Martes 8 de noviembre de 2011, p. 33
Querétaro, Qro., 7 de noviembre. Un interno del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San José El Alto, en el municipio de Querétaro, fue golpeado y amenazado por custodios encapuchados, por lo que intentó suicidarse el primero de noviembre cortándose el cuello y el tobillo izquierdo con una navaja de rasurar, informó este lunes la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHQ).
En un comunicado, detalló que el reo, a quien identificó como Fernando, interpuso una queja ante la CEDHQ por violaciones a los derechos de los reclusos y ejercicio indebido de la función pública e incomunicación, tras recibir golpizas y amenazas
por órdenes de autoridades carcelarias.
Según la CEDHQ, el convicto sostuvo que los custodios encapuchados lo cambiaron de módulo, lo incomunicaron y lo golpearon porque encontraron pastillas sicotrópicas en su celda.
La institución abrió el expediente CEDH/2338/2011/VP y habló con Fernando en el Cereso de San José El Alto, donde corroboró que presentaba lesiones en cuello, tobillo y cintura, producto de cortes que se realizó con un rastrillo con la intención de matarse.
Desde hace seis meses internos del penal varonil se quejan de que celadores encapuchados irrumpen en las celdas de los módulos de observación y golpean a los presos mientras buscan entre sus pertenencias objetos prohibidos como drogas, armas y celulares. Este año familiares de reos han divulgado que éstos han sido objeto de torturas y golpes por un grupo de celadores encapuchados, denominado K9.
La CEDHQ ha documentado este año 17 quejas de internos y sus familiares por presuntos abusos de las autoridades carcelarias, casi todas por excesos en que habrían incurrido custodios durante las revisiones a los reclusos y sus celdas. El resto fueron por cambios de módulo de seguridad, suspensión de visitas e imposición de castigos sin justificación.
En protesta, convictos que se encuentran en módulos de observación realizaron huelgas de hambre en marzo de 2010 y julio de 2011; además, sus familiares se manifestaron los días 18 y 19 de julio ante el palacio de gobierno del estado para exigir que paren las agresiones. Mientras, el 6 de octubre hubo dos riñas que dejaron un saldo de dos lesionados.
Otro de los internos, llamado Juan, narró que la mañana del 31 de mayo custodios encapuchados, vestidos de negro, abrieron las celdas del Cereso y gritaron: “¡Órale, hijos de su pinche madre, sálganse! ¡Tú, el que está arriba, bájate! ¡Órale, cabrones!
“Esposados nos paseaban, nos hincaban, nos sacaban al patio, nos azotaban en la pared y nos decían ‘agáchate y no voltees a mirar’. Si alguien miraba, le daban y decían ‘¿qué ves? Órale, cabrón’. Nos pegaban en la cabeza y casi nos echaban los perros”, aseguró en una carta que mandó a sus familiares y después se divulgó en medios locales.
El subsecretario de Gobierno, Alfonso Jiménez Campos, reconoció que se realizan cateos en las celdas de reos de alta peligrosidad y aseguró que los celadores se cubren el rostro para protegerse de amenazas.
Adolfo Ortega Osorio, presidente de la CEDHQ, preguntó de qué sirven las revisiones si no se impiden las riñas ni se denuncian los hallazgos de drogas.