En septiembre de 2010 integrantes de Kinky, grupo de Monterrey, promovieron ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) un procedimiento administrativo por lo que consideraba uso indebido de la marca Kinky, que desde 2004 tiene registrada, y que la cantante Susana Zabaleta comenzó a utilizar tanto en sus presentaciones personales como en su disco más reciente. Más de un año después, el pasado 26 de octubre, el IMPI dictó una resolución por la cual determina que la acción iniciada por los integrantes del grupo regiomontano es procedente y obliga a Susana Zabaleta a abstenerse de continuar utilizando dicha marca; además impone a la cantante una multa, pagadera en la Tesorería de la Federación, por un monto de aproximadamente 600 mil pesos, según un comunicado emitido ayer por la agencia de relaciones públicas de la banda.