Atenas, 5 de noviembre. La crisis de gobierno en Atenas hizo incrementar hoy los temores por la permanencia de Grecia en la eurozona, mientras el primer ministro Giorgios Papandreou intenta formar un gobierno de coalición.

Tras lograr superar por poco una moción de confianza del Parlamento griego, Papandreou solicitó a mediodía al presidente del país, Carolos Papulias, iniciar discusiones para formar un gobierno de transición y de consenso.

La formación de este gobierno es imprescindible para que se pueda aplicar el plan europeo de ayuda a Grecia adoptado la pasada semana en Bruselas.

La aplicación de este acuerdo es la condición para que podamos permanecer en el euro, advirtió el primer ministro, quien recibió a primera hora del sábado la moción de confianza parlamentaria para permanecer en el cargo, con el respaldo de 153 de los 298 legisladores en el Parlamento, integrado por 300 miembros; por el no votaron 145 parlamentarios y no hubo abstenciones.

La tarea de formar un gobierno de coalición se antoja difícil por la actitud intransigente del líder conservador del principal partido de la oposición, Antonis Samaras.

El dirigente de Nueva Democracia reiteró este sábado su exigencia de elecciones inmediatas para diciembre, si bien no descartó explícitamente una negociación.

Papandreu se ha negado hasta ahora a convocar unas elecciones anticipadas que considera catastróficas porque supondría un aplazamiento de al menos cuatro meses de la aplicación del plan europeo.

Tras reunirse con el presidente, Papandreou se entrevistó con su ministro de Economía Evangelos Venizelos, que deberá participar el lunes en una reunión del eurogrupo en Bruselas y a quien se da como posible sustituto del aún primer ministro.

Según la hoja de ruta de Papandreou, el nuevo gobierno tendrá como objetivo evitar la quiebra del país y garantizar su mantenimiento en la zona euro, asegurando primero que Atenas reciba un nuevo tramo del préstamo europeo acordado en mayo de 2010 y, segundo, lograr la puesta en marcha, antes de febrero, del segundo plan de rescate acordado en Bruselas a finales de octubre.

El portavoz gubernamental Ilias Mosialos advirtió este sábado que el Parlamento griego está obligado a ratificar el plan acordado en Bruselas antes de finales de 2011. Nuestros socios europeos no nos esperarán. No tenemos tiempo que perder, dijo para justificar la negativa de Papandreu a convocar elecciones.

La rápida formación de un nuevo gobierno es extremadamente importante para Atenas. En tanto el país no haya aprobado el nuevo programa de ayuda y la legislación necesaria, no recibirá fondos de los dados internacionales y podría quedar en bancarrota, posiblemente ya en diciembre.

Sólo dos pequeñas formaciones de derecha, disidentes de Nueva Democracia, el partido de extrema derecha Laos de Giorgos Karatzaferis y la Alianza Democrática de la liberal Dora Bakoyanni, han mostrado su predisposición a negociar.

Como se esperaba, por su oposición frontal a la cura de austeridad administrada al país, los comunistas y la izquierda radical reclamaron la convocatoria de elecciones.