na serie de iniciativas nacionales e internacionales se destaca esta semana en torno a las comunidades zapatistas y a los presos políticos en huelga de hambre en Chiapas. Los llamados no son sólo a la solidaridad, sino al acompañamiento civil y pacífico con una lucha que no concierne únicamente a los pueblos en resistencia del sur de México, sino a la comunidad global que libra sus propias batallas y que se ha mantenido pendiente de lo que ocurre en los pueblos en resistencia.

En estos momentos, la comunidad zapatista de San Patricio, perteneciente al caracol de Roberto Barrios, en el norte de Chiapas, sigue cercada por los grupos paramilitares que no permiten a las bases de apoyo del EZLN ir a sus milpas a trabajar. Nuestra solidaridad es necesaria para que, a pesar de las adversidades provocadas por los grupos paramilitares, los compañeros y compañeras zapatistas resistan contra estas agresiones provenientes de los tres niveles del gobierno, señala la Red nacional contra la represión y por la solidaridad, que organiza una campaña de acopio de dinero, víveres, medicina y material escolar, entre otros.

La misma Red recuerda que desde el pasado 7 de septiembre, la comunidad de San Patricio, municipio autónomo de la Dignidad, es amenazada por el grupo paramilitar Paz y Justicia con invadir y desalojar al pueblo, con el pretexto de que no están pagando el impuesto predial, agregando que si no entregan las tierras recuperadas entrarán a masacrarlos a todos. Tienen cercada a la población y no los dejan salir en busca de alimentos, les han matado animales, les destruyen sus cosechas, intimidan a las mujeres y a los niños, y han construido pequeñas casas en sus tierra de trabajo.

Simultáneamente se organizan diversas movilizaciones para exigir la libertad de los 10 presos políticos que libran una huelga de hambre en tres cárceles de Chiapas, más el profesor Alberto Patishtán Gómez, quien fue trasladado arbitrariamente al penal de Guasave, Sinaloa. Todos ellos mantienen la huelga de hambre y el ayuno desde el pasado 29 de septiembre, y en estos momentos su estado de salud es alarmante, pues el reporte médico más reciente consigna visión borrosa, debilidad y dificultad para caminar, entre otras complicaciones.

Ante la gravedad de la situación y la falta de respuesta del gobierno estatal, adherentes de la otra campaña hacen un llamado urgente a realizar acciones dislocadas en el modo y lugar que crean oportuno, el próximo 7 de noviembre, para exigir la liberación inmediata de los compañeros en huelga de hambre y ayuno. Asimismo, circula una carta para recolectar firmas y enviarlas al correo [email protected].

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