Londres se prepara para ayudar a Washington, afirma The Guardian
Viernes 4 de noviembre de 2011, p. 34
Bengasi, 3 de noviembre. El gobierno de Irán advirtió a Estados Unidos e Israel con consecuencias de dimensiones apocalípticas
en caso de que emprendan un ataque contra su territorio.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, afirmó que la república islámica está preparada para lo peor
y advirtió sobre los preparativos de encaminarse a un enfrentamiento
.
Al margen de una conferencia de prensa en Bengasi, en el este de Libia, Salehi fue cuestionado sobre una eventual decisión de Estados Unidos de acelerar la planificación de un ataque contra Irán en razón de su controvertido programa nuclear.
Ellos han perdido toda racionalidad, nosotros estamos preparados para lo peor, aunque esperamos que ellos lo piensen dos veces antes de encaminarse a un enfrentamiento con Irán
, añadió.
De su lado, en un mensaje publicado por la televisora estatal iraní en su página de Internet, el gobierno islámico advirtió a Tel Aviv sobre un eventual ataque al señalar que Israel conoce las capacidades militares iraníes; la industria de misiles iraní es la mejor de la región y una de las mejores del mundo
, sostuvo.
Estados Unidos y otras potencias occidentales sospechan que Irán desea fabricar armas nucleares, lo que el gobierno niega tras alegar que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
El diario británico The Guardian señaló que el gobierno de Gran Bretaña se estaría también preparando para un ataque contra Irán en apoyo de Estados Unidos.
Según el rotativo londinense, estrategas militares investigan dónde podrían estacionar barcos y submarinos para disparar proyectiles Tomahawk contra objetivos militares iraníes.
Si Washington decide llevar a cabo el ataque, pediría ayuda a Londres con una respuesta positiva, afirmó el periódico, que citó fuentes del Ministerio de Defensa de Gran Bretaña.
En este sentido, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que la alianza atlántica no tiene intención
de participar en un eventual ataque contra Irán.