Tortillas ceremoniales
n varias poblaciones otomíes (ñañu) de Guanajuato, cercanas a los márgenes del río Laja, hay la costumbre de sellar las tortillas que se comerán en ciertas ceremonias y festividades, con atractivos diseños. Los sellos o troqueles para tortillas se utilizan en lugares como Peña Blanca, Don Francisco, La Palmilla, Saucillo, El Salitre, Tlaxcalilla y Cruz del Palmar, en el municipio de San Miguel de Allende.
En Comonfort las elaboran en comunidades como Los Morales, Orduña, La Palma, Delgado de Abajo, la Borunda y el barrio de San Agustín. También hay esta práctica cultural en el municipio de El Pueblito, en Querétaro, de origen otomí.
El sello es un círculo o cuadrado de madera del tamaño de una tortilla mediana; tiene un asa en la que hay un orificio por el que se pasa un mecate o cordel para poderlo colgar en la cocina. Suelen ser de mezquite, pues la madera de este bello y útil árbol es de las que más resisten la humedad y la polilla, por eso es posible encontrar sellos que tienen más de cien años.
Recuerdan a los antiguos sellos que se utilizaban para marcar los panes durante los tres siglos de la Colonia, pero en este caso, el sello convierte a las tortillas en alimento sagrado, a manera de comunión.
En la madera se labran las más diversas figuras: plantas, venados, los apaches, símbolo de los antepasados, el sol, la cruz, el Santísimo o la virgen de Guadalupe son los más frecuentes. Las familias guardan los moldes como un tesoro. Son parte de las señas de identidad, la confirmación de ser otomí de esa zona.
Los moldes suelen ser tallados por personas especializadas. Mariano González puede elaborar el diseño que le pidan; Carmelo Ramírez crea sus propias imágenes. También los hacen integrantes de las familias. Se utilizan cinceles metálicos muy afilados.
Cuando se van a sellar las tortillas, los moldes se tiñen con colorantes naturales, como la infusión de muicle o de pericón; también con grana cochinilla. Es un arte retirar la tortilla cuando se coció de un lado, ponerla sobre el sello y luego devolverla al comal para que acabe la cocción.
Las tortillas se preparan para ceremonias del ciclo agrícola como la Santa Cruz o los días de Muertos. También se hacen para celebrar bautizos, cumpleaños, bodas o velorios. Alicia Sánchez Capulín comenta que se debe hablarle a los sellos para que pinten bien.
En el interesante libro Tortillas ceremoniales, publicado por el Instituto Estatal de Cultura de Guanajuato, en ñañu, español e inglés, hay un bello catálogo de sellos resultado de la investigación de Karina Jazmín Juárez.