Más de 24 mil médicos participaron en el Examen Nacional de Residencias Médicas (ENARM) 2011, pero sólo 6 mil 300 consiguieron un lugar para estudiar una especialización en los hospitales públicos del país a partir de marzo.

Ingresar a una residencia médica es difícil, se requiere de mucho compromiso y dedicación y es claro que a las plazas que el sistema nacional de salud ofrece cada año llegan los médicos generales con las mejores capacidades. El ENARM así lo garantiza, afirmó Maki Esther Ortiz Domínguez, subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud.

Y más desde que se perfeccionó el sistema para mejorar la transparencia y seguridad de la prueba. No existe posibilidad de que se haga trampa o de que el examen se venda, como ocurría hace unos años, señaló la funcionaria.

Cursar una residencia médica, dijo, es un proyecto de vida y sólo por causas de fuerza mayor se dan deserciones, pero es poco común. Más de 95 por ciento de los que ingresan llegan al final.

También comentó que con la finalidad de ampliar las oportunidades a los participantes, aquellos que obtuvieron calificación aprobatoria, pero por falta de cupo no alcanzaron un lugar, serán contratados por la Ssa para trabajar en las caravanas de salud. Hay mil lugares disponibles.