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Se invertirán $40 mil millones en las obras

Ampliarán puerto de Veracruz; ONG rechazan proyecto

Espera el gobierno del estado aprobación de Semarnat

Niega que arrecifes estén en riesgo

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Obras de la marina Veramar, junto a la Escuela Náutica Fernando Siliceo, en el bulevar del puerto de Veracruz. Según ambientalistas, este proyecto daña el ecosistema de las playas veracruzanasFoto Luz María Rivera
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Aspecto del arrecife de Veracruz, catalogado por la Unesco como Patrimonio de la HumanidadFoto José Núñez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 31 de octubre de 2011, p. 29

Veracruz, Ver., 30 de octubre. El gobierno federal modificó en septiembre un decreto presidencial de 1992 que declaró área natural protegida el sistema arrecifal veracruzano –considerado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)– para un proyecto de ampliación del puerto de Veracruz, que costará unos 40 mil millones de pesos.

La obra desató una batalla entre autoridades y defensores del medio ambiente, quienes temen la destrucción del parque nacional marino.

El director general de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver), Juan Ignacio Fernández Carbajal, informó a principios de octubre que sólo se espera la resolución favorable de la Secretaría del Medio Ambiente sobre el impacto en el sistema arrecifal para iniciar cuanto antes los trabajos. Advirtió que de prosperar las protestas de los ambientalistas la inversión podría irse a Brasil.

Según Fernández Carbajal, la disposición publicada el 30 de septiembre en la Gaceta Oficial del Estado no extinguió el decreto de 1992, sino sólo modificó el polígono del sistema arrecifal protegido, que abarca los municipios de Boca del Río y Alvarado.

Desaparecerá Playa Norte

La ampliación del puerto ya comenzó. En el primer trimestre la Apiver cerró el acceso a la playa norte. Interrogado al respecto, Fernández Carbajal admitió que con la obra desaparecerá la popular playa, pero a cambio tendremos puerto, y se llegó a un acuerdo con palaperos y pescadores para incluirlos en el proyecto.

No obstante, familias asentadas en la Playa Norte, cuyos negocios atienden a turistas nacionales, cerraron la entrada a la ciudad en el puente Morelos durante una hora, en protesta por los trabajos de ampliación que la Apiver realiza desde finales del año pasado.

El dirigente de pescadores Isabel Pastrana, a quien medios locales acusan de recibir de Fernández Carbajal casas de interés social para él y sus agremiados, dijo a mediados de mes que su gremio está de acuerdo con la modernización. Los críticos de Pastrana señalan que éste y su gente no viven de la pesca en el área que resultará afectada, que va de Playa Norte hacia Punta Gorda.

Alvarado, alternativa

Especialistas, biólogos, buzos que viven del turismo submarino, ambientalistas y comerciantes exigieron a la Apiver que reflexione sobre el impacto de la ampliación y busquen alternativas de crecimiento que, admiten, es necesario. Incluso señalaron que la barra de Alvarado sería el sitio ideal.

El 17 de octubre, en la biblioteca de la Universidad Veracruzana en el municipio de Boca del Río –conurbado al puerto de Veracruz–, defensores del sistema arrecifal y opositores a la ampliación realizaron un primer foro de diálogo, al que acudieron funcionarios federales, entre ellos el director del parque nacional marino, Tomás Camarena Lhurs, quien abordó la modificación del polígono.

El director de la Apiver hizo énfasis en que no hay arrecifes en Punta Gorda ni en la bahía de Vergara (incluidos en el perímetro de la ampliación), y los que hay ya están muertos.

La bióloga marina Alicia Helena Márquez Bandala, quien trabaja para la Universidad Autónoma de Baja California en La Paz, indicó que por su ubicación estratégica, entre las costas y el mar abierto, los arrecifes protegen de los embates marinos a las zonas de manglares y las praderas marinas, que a su vez permiten que el arrecife sea un área de reproducción de diversas especies de las cuales se beneficia el ser humano.

Agregó: La actividad humana realizada de manera arbitraria, sin planeación ni la debida consideración a todo el complejo de biodiversidad que converge en un arrecife, constituye el peor atentado a una piedra angular de la supervivencia humana. No puede hablarse de un arrecife como ente aislado al cual se pueden hacer cambios sin la debida consideración.

Ángel Mundo Andrade, defensor del arrecife, explicó que si se modifica el polígono del parque marino arrecifal, que comprende la desincorporación de más de mil 600 hectáreas en la bahía de Vergara y Punta Gorda, afectaría en primer lugar los arrecifes que se encuentran frente al ejido Antón Lizardo.

Guillermo Rodríguez, otro participante del foro, dijo que se logró incluir en la agenda nacional el asunto de los arrecifes de Veracruz y así se rompió el silencio cómplice en torno a su destrucción.

El siguiente foro (previsto para el primero de noviembre) es clave para construir, con la participación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la propia Apiver, una propuesta que salve de la degradación a los arrecifes.

La apuesta es correcta: diálogo plural, abierto, tolerante y con acuerdos. En Veracruz la sociedad se organiza para construir un México justo, democrático y sostenible, acotó.

Por lo pronto, los defensores del sistema arrecifal veracruzano preparan un amparo contra la modificación del decreto de protección que aprobó el presidente Felipe Calderón.