El equipo de basquetbol varonil, formado al vapor, sorprendió al llegar a la ronda final
En un encuentro reñido la quinteta tricolor fue comandada por Jovan Harris, quien anotó 18 puntos, aunque falló en una canasta decisiva
Por los boricuas brilló Renaldo Balkman
Lunes 31 de octubre de 2011, p. 2
Guadalajara, Jal., 30 de octubre. El representativo nacional de basquetbol logró una actuación inesperada en los Juegos Panamericanos 2011 al llegar a la final, aunque debió conformarse con la medalla de plata tras sucumbir 72-74 en los últimos instantes ante Puerto Rico, que se proclamó campeón continental.
Formado al vapor apenas unos días antes del inicio de la llamada Fiesta de América –con la amenaza de que si no participaba México sería desafiliado del circuito internacional–, el equipo tricolor respondió con encuentros de alarido hasta escalar a la disputa por el oro.
En el gimnasio del Code I de la capital jalisciense los nacionales, comandados por Jovan Harris –quien logró 18 puntos–, tuvieron momentos destacados al conseguir dos empates en el primer episodio e irse arriba en los cartones al término del mismo con marcador 21-19.
La afición local dio muestra de solidaridad con nuestra quinteta representativa al aplaudir todos sus avances, con o sin anotación, y lanzar abucheos a cada paso de los boricuas, cuyo integrante Carlos Strong escuchó una marcha fúnebre en el sonido unalocal cuando se quedó tendido sobre la duela.
En el segundo episodio ambos equipos se neutralizaron y tuvieron hasta cuatro minutos sin anotar, para cerrar igualados a 35, y al inicio del tercero el ataque fue implacable con un diablo rojo, Renaldo Balkman, quien durante el cotejo anotó 28 puntos, de los cuales 12 fueron tiros libres.
Partido de alarido
Al público el fluir de adrenalina no le paró ni un segundo, bien porque los dueños del patio se iban arriba en el marcador o cuando empataban, como en el 42-42, que arrancó alaridos después de ir abajo por un buen rato. Terminaron 50-50 el tramo.
El cuarto final fue de lucha hombro a hombro. El público puso a prueba la resistencia del recinto con un festejo de locura cuando Héctor Hernández retacó el balón y se colgó de la canasta un instante, en una acción de postal que encendió a la multitud.
El tiempo se consumía. A 3:48 minutos del final los cartones estaban 61-60 en favor del cuadro nacional; con 60 segundos en el cronómetro el marcador era 70-70.
México cobró una falta que lo puso 72-72 a 19 segundos del final. De regreso a la duela, con Puerto Rico en posesión del balón, consumió los últimos instantes y encestó para el 74-72, con 1.5 segundos en el reloj.
Entonces los tricolores pidieron tiempo fuera y sonaron los notas del Son de la Negra en ese lapso. Plantearon una estrategia de urgencia. De vuelta, Jovan Harris hizo el esfuerzo final, buscó una canasta de tres puntos para dar vuelta al marcador, pero falló. El sueño había terminado.
El segundo hombre más valioso de México fue Paul Stoll, con 14 puntos, en 20 minutos de juego efectivo, mientras por la visita, además de Renaldo (28), también destacó José Juan Barea (18).
Al partido asistió el presidente Felipe Calderón, acompañado del titular de la Organización Deportiva Panamericana, Mario Vázquez Raña, y del gobernador de la entidad, Emilio González.