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Desde 2009, se pueden revisar con gran resolución materiales de acervos inasequibles

La Biblioteca Digital Mundial permite acceder a 3 mil 500 tesoros documentales
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Imagen del Códice Colombino
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Imagen del Códice Colombino, que se exhibe en la Biblioteca Digital Mundial de la Unesco. El documento prehispánico, realizado en el siglo XII, registra la hazaña política y militar de los gobernantes mixtecos Ocho Ciervo y Cuatro Viento, junto con ceremonias religiosas. Representativo de la región de Oaxaca, el dibujo se realizó en cuero curtido de ciervo, doblado en forma de pantalla, pintado sobre un lado y fue aportado al proyecto de Internet por el Instituto Nacional de Antropología e Historia
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de octubre de 2011, p. a11

Una colección de joyas y reliquias se encuentra en la Biblioteca Digital Mundial, proyecto impulsado por la Organización de las Naciones Unidos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que en un portal en Internet ofrece de manera libre un tesoro documental único y de valor patrimonial integrado por manuscritos, mapas, libros poco comunes, partituras musicales, fotografías, grabaciones y películas.

Con sólo deslizar el mouse se accede a documentos prácticamente inaccesibles, material fundamental de culturas del mundo. Los mínimos detalles, los pliegues de un papiro, las casi imperceptibles texturas de códices en colores que desaparecen con el paso del tiempo, libros completos pocas veces exhibidos, y menos aún hojeados. Objetos a lo que sólo eruditos privilegiados tienen acceso en los acervos de bibliotecas de todos los continentes, ahora se encuentran disponibles.

La propuesta es publicar de manera gratuita, multilingüe, de ingreso directo en Internet y de fácil navegación una colección de documentos con valor patrimonial que permita apreciar las culturas del mundo, tesoros e historias de los pueblos.

Las digitalizaciones de gran resolución se presentan en su idioma original, más de 50 hasta el momento, con herramientas de navegación y explicaciones de contenidos disponibles en siete lenguas: árabe, chino, inglés, francés, ruso, español y portugués.

La idea surgió en 2005, a propuesta de James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, institución que ha tenido una colaboración primordial en el diseño y operación del proyecto, el cual se lanzó finalmente en abril de 2009 con la participación de una treintena de instituciones culturales en el mundo, y con un acervo de mil 200 documentos. Hasta el momento, la cifra se ha incrementado a casi 3 mil 500 artículos, con el interés de multiplicar el número de manera paulatina, sin privilegiar la cantidad a costa de la calidad y el valor de los documentos.

Se expande el mundo con un clic

Al ingresar a www.wdl.org/es se expande el mundo en la pantalla a través de un mapa: América, Asia, Europa, África, Oceanía y el Pacífico invitan a ser visitados, con algunas subdivisiones continentales. En la parte inferior se encuentra una línea cronológica para viajar por el tiempo, desde los 8 mil años de la era antes de Cristo hasta nuestros días. También se puede elegir navegar con los criterios de lugar, fecha, tema, tipo de documento e instituto que aporta el material. O, simplemente, utilizar el buscador.

Clic: la historia del Genghis Khan, El Grande, primer emperador de los antiguos mongoles. Abrimos el enlace del libro y aparece el lomo empastado en piel, con todo y su etiqueta de clasificación. Con el cursor lo sacamos del estante, vemos la portada del libro escrito por François Pétis y publicado en 1722. Ahí están las 473 páginas del volumen, lo recorremos hoja por hoja, nos acercamos con el cursor casi hasta ver el mínimo detalle de la tinta que expande las letras sobre la página amarillenta en asombrosa resolución.

Y luego, con otro toque, nos movemos hasta América del Norte recién colonizada: un nuevo mapa de Nueva Escocia y la isla de Cabo Breton, en Canadá, realizado por Thomas Jefferys, geógrafo del rey Jorge III y editor londinense de mapas. Data de 1775, cuando los británicos despojaron a más de 7 mil franceses de sus granjas y casas. Jefferys intentó explotar el mercado de mapas detallados de las nuevas colonias inglesas, pero los gastos que la labor suponía lo llevaron a la banca rota.

El jainismo es una religión fundada por Vardhamana Mahavira; enseña la no violencia entre todos los seres vivos y se fundamenta, principalmente, en hacer avanzar el alma en la escalera espiritual hacia la conciencia divina. Estamos en India, ante el Manusyaloka, mapa del mundo humano, intrincada ilustración gouache sobre algodón, en tonos ocres y azulados. Como cada uno de los miles de artículos, éste nos da una explicación accesible de su contenido e importancia, además de la fecha de creación, datos del autor, lugar, tiempo, tema, descripción física y un archivo de audio.

Nos vamos hasta la Europa del Renacimiento, a conocer las obras y cuentas de Galileo Galilei, documento escrito a mano por el científico y matemático donde dejó registro de débitos y créditos, de su taller donde realizaba instrumentos de medición que vendía a la universidad y la milicia. El original se encuentra en la Biblioteca Nacional Central de Florencia.

Así, podemos viajar de uno a otro lado por la historia de la humanidad. Conocer los cuentos infantiles zulúes, registrados en la lengua de ese pueblo africano y en inglés.

Algunos de los documentos que se incluyeron desde el inicio fue Hyakumanto darani, escrito japonés publicado en 764, considerado el primer texto impreso de la historia; la primera mención azteca del Niño Jesús; trabajos de científicos árabes sobre el misterio del álgebra, y la Biblia de Gutemberg, entre un gran universo de tesoros históricos. Se podría decir que cambiará el significado de ratón de biblioteca.

Además de la Unesco y la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, algunas de las organizaciones que participaron con la financiación del proyecto destacan Google y la Fundación Qatar, que aportaron 3 millones de dólares. También participaron Corporación Carnegie, de Nueva York; la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah, de Arabia Saudí, y Microsoft.

Desde el lanzamiento de la Biblioteca Digital se identificaron algunos retos, como que no existe la práctica de la digitalización del contenido cultural, la falta de recursos para capturar imágenes y exhibir tesoros culturales. Además de que los sitios web tienen funciones de búsqueda y visualización poco accesibles y la falta de acceso multilingüe. El resultado son sitios difíciles de usar y que no atraen a los usuarios, especialmente a los jóvenes.

Hasta el momento, los socios de la Biblioteca Digital Mundial son en su mayoría archivos, patrocinadores, bibliotecas o dueños de colecciones, quienes comparten sus documentos, herramientas tecnológicas, experiencia en conservación, catalogación y lingüística.

En su lanzamiento se inició con una docena de acervos, que se han incrementando, gracias a la participación de, entre otras instituciones, la Biblioteca Nacional de Brasil, la Alejandrina de Egipto y la Universidad Rey Abdulá, de Arabia Saudita.

En el caso de México, de acuerdo con el sitio de la biblioteca digital, los socios que han aportado material documental son el Centro de Estudios de Historia de México Carso y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. De nuestro país se encuentran actualmente 50 artículos, entre los cuales destacan códices prehispánicos, el Plan de Independencia, el de Ayala y fotografías sobre tradiciones.