Comuneros de San Miguel y Santa María Chimalapas, Oaxaca, denunciaron que se agrava el conflicto agrario y ambiental que los enfrenta con campesinos chiapanecos, y hay peligro de que haya violencia, pues decidieron profundizar su resistencia pacífica y mantener indefinidamente el bloqueo a los accesos que llegan al ejido chiapaneco Gustavo Díaz Ordaz, luego de que este miércoles autoridades de los gobiernos federal y de los estados de Oaxaca y Chiapas los dejaron plantados y no llegaron a una reunión que habían programado con ellos para buscar solución definitiva a este problema.

Por su parte, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) hizo un llamado urgente a los citados gobiernos estatales para que intervengan positivamente con la finalidad de poner fin a este grave conflicto, manifestando su apoyo a la nación zoque-chimalapa, que, dijo, ha iniciado acciones de autodefensa mediante la resistencia civil pacífica.

El bloqueo permanente en la zona oriente de los Chimalapas –zona limítrofe con Chiapas– que realizan los comuneros zoques, es su último recurso ante las agresiones sufridas durante más de seis décadas en contra de su territorio ancestral, situación agravada recientemente por la inacción interesada del gobierno federal y la negligencia de los gobiernos estatales de Oaxaca y Chiapas, refiere el dirigente de la Unorca en un comunicado.

Álvaro Román, presidente del Consejo de Vigilancia del Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Chimalapas, señaló vía telefónica que las autoridades de este poblado y de Santa María estaban reunidas para determinar qué acciones tomarán, además de mantener los bloqueos en Díaz Ordaz, iniciado el 20 de octubre, y en la carretera Panamericana, a la altura del parque La Venta desde el día 21.

Explicó que el ejido Díaz Ordaz, que dice pertenecer al municipio de Cintalapa, Chiapas, fue ilegalmente asentado en tierras comunales zoques luego de un conflicto agrario “creado dolosamente por el gobierno federal –a instancias del gobierno chiapaneco– en 1967, al ‘dotar de tierras’ a ejidos de origen chiapaneco dentro de nuestros bienes comunales, mismos que pertenecenj a los zoques desde tiempos ancestrales”.

Subrayó que ante la falta de atención y la cerrazón del gobierno federal, que ve como única solución la compra de nuestras tierras por conducto del programa Cosomer (Conflictos Sociales en el Medio Rural) de la Secretaría de Reforma Agraria, así como por la acción nefasta del gobierno de Chiapas y la omisión del gobierno de Oaxaca, la comunidad decidió realizar acciones de autodefensa pacífica”.

La Unorca manifestó que apoya las demandas de los zoques respecto de que el ejido Díaz Ordaz debe reconocer que está asentado en tierras comunales de los Chimalapas; a cambio, San Miguel reconocerá las posesiones de los ejidatarios campesinos que trabajan la tierra. En caso contrario, el gobierno federal debe reubicarlos mediante el programa Cosomer.

Asimismo, deben ser cancelados de manera inmediata los permisos de explotación forestal “otorgados irresponsablemente por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a núcleos agrarios y predios privados, ubicados ilegalmente en territorio comunal, cuyo saqueo beneficia a contratistas y empresarios madereros".