Aunque el gasto para la edificación de su nueva sede es superior a los 2 mil 500 millones de pesos, aparte el costo del terreno, la mesa directiva del Senado decidió que este jueves regresarán a sesionar al viejo edificio de Xicoténcatl. Será sólo por este día, ya que al regreso del puente de Día de Muertos, los legisladores retornarán al controvertido conjunto arquitectónico de Reforma e Insurgentes. Originalmente se había acordado que en la casona de Xicoténcatl se llevara a cabo hoy la sesión solemne en que se entregará la medalla Belisario Domínguez a Cuauhtémoc Cárdenas, pero ayer la mesa directiva del Senado determinó que se queden en la vieja sede a continuar con la sesión ordinaria, en la que deberán aprobar la Ley de Ingresos y la miscelánea fiscal. La sorpresiva decisión puso ayer a trabajar al personal administrativo del Senado, ya que el inmueble de Xicoténcatl no cuenta con la infraestructura necesaria, porque se pensó exclusivamente para sesiones especiales. Irónico, el coordinador del PT, Ricardo Monreal señaló: Yo ya propuse que nos regresemos para allá en definitiva. La senadora del PRD, Yeidckol Polevnsky, recalcó que apoya esa propuesta de Monreal, que incluye además que el edificio de Reforma e Insurgentes sea donado a la UNAM, porque es totalmente infuncional como recinto legislativo. Detalló que las fallas son continuas y lamentó que aún no se hayan hecho públicas las cifras, a fin de proceder contra las empresas que llevaron cabo la edificación de la sede.