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No asistirán los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Cuba

Inicia mañana la Cumbre Iberoamericana de gobernantes; analizará el papel del Estado
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de octubre de 2011, p. 35

Asunción, 26 de octubre. La XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrollará en Asunción este viernes y sábado, continúa sumando deserciones de presidentes y nuevas dudas sobre la presencia de otros que ya habían confirmado.

No estarán en Paraguay los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Brasil, Dilma Rousseff; de Uruguay, José Mujica; de Venezuela, Hugo Chávez, ni de Cuba, Raúl Castro, entre los gobernantes más notorios.

A ellos se sumó hoy el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien prefiere enfocarse en atender la emergencia provocada por las lluvias que han devastado la región sur del país, además del oriente, y que han dejado 29 muertos y más de 60 mil damnificados.

También está en duda el viaje del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por estar pendiente de las reuniones europeas sobre la crisis financiera internacional.

Esta nueva cumbre iberoamericana busca conocer la nueva visión que tienen muchos gobernantes sobre el papel del Estado en los nuevos tiempos.

La Transformación del Estado y el Desarrollo es el lema que definió Paraguay, el país anfitrión, mucho antes de que la crisis financiera actual adquiriera la gravedad de este momento.

Los asistentes deberán tomar posición respecto del nuevo papel que le corresponde al Estado, pocos años después de que muchos proclamaran las virtudes ilimitadas del mercado como solución a los problemas del mundo.

Fracasaron muchas de las recetas de la década de 1990, que pregonaban la prescindencia del Estado, la desregulación del sistema financiero y laboral, y promovían olas de privatizaciones.

En América del Sur, la llegada al gobierno de fuerzas políticas progresistas y renovadoras frenó aquellas tendencias y afloraron nuevas visiones sobre el papel del Estado como articulador y garante del crecimiento y el desarrollo, unido a dispares intentos por redistribuir la riqueza en la región.