Control natal, crucial para estabilizar población en 8 mil millones
Al ritmo actual, la gente necesitaría, en el año 2030, un segundo planeta para satisfacer su apetito y absorber los residuos, señala ONG
Lunes 24 de octubre de 2011, p. 45
París, 23 de octubre. Ya en apuros para alimentar a 7 mil millones de habitantes, el planeta Tierra recibirá varios millones más, de modo que sólo una revolución en el uso de los recursos podrá evitar una catástrofe, estiman los expertos.
En 1798, Thomas Malthus ya pronosticó que la capacidad del hombre para reproducirse iba a superar su habilidad para producir comida, lo que iba a provocar una hambruna y un recrudecimiento del proceso de selección natural de las especies. Pero la revolución industrial y su impacto en la agricultura hicieron que esos pronósticos no se cumplieran, pese a que el número de habitantes se duplicó una y otra vez.
A pesar de las predicciones alarmistas, los aumentos históricos de la población no han resultado catastróficos a escala económica
, subraya David Bloom, profesor del Departamento de Salud Mental y Población de la Universidad de Harvard, en Massachussets. Sin embargo, ahora parece necesario plantearse si Malthus se equivocó sólo en unos cuantos siglos.
El 31 de octubre, la población mundial alcanzará oficialmente la cifra de 7 mil millones, un aumento de 2 mil millones en menos de un cuarto de siglo.
En más de seis décadas, la tasa de fertilidad global se ha reducido por la mitad, lo que equivale, en estadísticas, a dos niños y medio por cada mujer. Pero esto varía considerablemente entre los países. No se puede saber si la población del planeta se estabilizará en 9 mil millones, 10 mil millones o 15 mil millones de habitantes, en el siglo XXI, porque ello dependerá de lo que pase en los países en desarrollo, sobre todo en África, la región con la mayor tasa de natalidad.
Lo cierto es que el aumento de la población mundial ha significado mayor presión sobre los recursos, desde el agua dulce hasta las tierras cultivables, pasando por bosques y mares.
Al ritmo actual, la población necesitaría, para el año 2030, un segundo planeta para poder satisfacer su apetito y absorber los residuos, según la organización no gubernamental defensora del medio ambiente Global Footprint Network (GFN). Y el carbón, petróleo y gas que precisa la economía mundial para funcionar emiten gases de efecto invernadero que alteran el clima, perjudicando potencialmente los ecosistemas que permiten alimentarnos.
Desde la fuerte alza de los precios de los víveres a los dañinos efectos del cambio climático, nuestras economías están haciendo frente a las consecuencias de años durante los cuales se ha gastado por encima de nuestros medios
, explica el presidente de GFN, Mathis Wackernagel.
El diplomático francés Brice Lalonde, uno de los dos coordinadores de la conferencia de Naciones Unidas de Desarrollo Sostenible, conocida como Río+20, que se celebrará en junio próximo, afirmó que el aumento de la población plantea un desafío fundamental sobre cómo se usan los recursos del planeta.
En 2030 habrá mil millones de personas más en el planeta. La pregunta es cómo aumentar la seguridad alimentaria y proveer servicios esenciales a la población más pobre sin usar más agua, tierra o energía
, advirtió Lalonde, quien dio a conocer que la reunión de Río+20 se centrará en temas prácticos, como el aumento de fuentes de energía limpia, el uso racional del agua, la construcción de ciudades más funcionales en términos de medio ambiente y el aumento de las tierras cultivables sin el uso perjudicial de sustancias químicas.