Usar redes para charlar no los convierte en mejor informados
Miércoles 19 de octubre de 2011, p. 12
Las nuevas tecnologías de la información tienen un doble efecto en la vida social y política de los ciudadanos: por un lado, hacen posible su intervención masiva en una mayor cantidad de asuntos, pero al mismo tiempo los hacen más vulnerables ante la manipulación de los poderes oligárquicos.
Así lo advirtieron los participantes en el foro Democracia electrónica y gobiernos abiertos, realizado ayer en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes ponderaron el valor de dichas tecnologías, pero al mismo tiempo subrayaron que no son importantes per se, sino por el uso que de ellas pueden hacer los ciudadanos.
Pedro Salazar Ugarte, especialista en constitucionalidad de dicho instituto, puso de relieve el doble filo que presentan las tecnologías de información para los ciudadanos: son elementos para llevar la democracia y el debate a un grado más alto, pero también armas útiles para involuciones autoritarias.
Si bien es cierto que más personas se incorporan a la vorágine informativa, también lo hacen de una forma más reactiva y ligera, y, por tanto, menos reflexiva. Hay una deliberación constante, pero integrada en su mayor parte por ocurrencias y comentarios insustanciales que no necesariamente nos convierten en ciudadanos mejor informados o más participativos, advirtió.
Por su parte, John Ackerman, también integrante de ese intituto, se declaró escéptico sobre la capacidad de las redes sociales –como Twitter o Facebook– de generar una nueva dinámica de debate político, ya que dichos espacios están dominados por los mismos intereses que acaparan los medios electrónicos tradicionales, y los políticos no tienen ninguna responsabilidad de contestar cuando son interpelados.
María del Pilar Hernández, una de las organizadoras del encuentro, indicó que la participación ciudadana –uno de los pilares de la democracia– sólo es posible si se cuenta con información suficiente para tomar decisiones objetivas y racionales, labor en la cual pueden ser muy importantes los medios informativos en general, y las nuevas tecnologías en particular.
Sin embargo, dichas herramientas también han sido utilizadas para mantener el status quo de partidos cercanos a las oligarquías. En contraposición, dijo, habría que empujar un modelo de open data, es decir, basado en información asequible, estructurada, reutilizable y comprensible.
El investigador Rodrigo Gutiérrez indicó que el modelo de democracia dominante, basado en la participación ciudadana de baja intensidad, se ha apropiado de las nuevas tecnologías informativas, aunque en el ciberespacio se dispute el terreno con las propuestas de reflexión más horizontales.