El tráfico ilícito de drogas es un factor determinante en el incremento del número de homicidios. Sin embargo, no es el único que influye en los altos índices de criminalidad. El repunte de asesinatos tiene una relación no unidireccional con los rezagos en el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. De esta forma, las normas y hábitos sociales, los valores, el abuso del alcohol y los estupefacientes ilegales, la violencia política y el crimen organizado también juegan un papel importante en la comisión de ese tipo de ilícitos, señala el Informe global sobre homicidios 2011, de la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito.

En el documento se menciona que México, Centroamérica y el Caribe han experimentado un incremento importante en los índices de homicidios desde 1995, mientras en el resto del continente han descendido o se han mantenido estables, aunque la región permanece en segundo lugar, ya que África reporta la mayor cifra del mundo, con 36 por ciento del total en 2010, seguido por América, con 31 por ciento.

Para la organización internacional, la disponibilidad de armas, particularmente de fuego, juega un papel significativo en los crímenes violentos, como los homicidios, y hombres de entre 10 y 34 años conforman un grupo vulnerable y propenso a estar involucrado en asesinatos, ya sea como víctimas o victimarios.

Según el informe, el número mundial fue de 468 mil casos en 2010. De ellos, aproximadamente 144 mil ocurrieron en América, particularmente en México, Centroamérica y el Caribe.

El documento subraya que, en estos últimos casos, se ha experimentado un incremento importante en las tasas de homicidios desde 1995, aunque en ello el tráfico de drogas ha sido un factor determinante, pero no el único, ya que también está vinculado con los rezagos en el desarrollo de los países de la zona.

Las estimaciones del organismo plantean que alrededor de 200 mil de los 468 mil homicidios cometidos en 2010 a escala mundial se perpetraron con armas de fuego, y en países de América aproximadamente 74 por ciento, en comparación con el 21 por ciento de Europa.

Por lo que concierne a la ubicación, el documento identifica que en México y Centroamérica no están distribuidos de manera uniforme en el territorio, pero en el caso mexicano señala que “los asesinatos están concentrados en un pequeño número de entidades. Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Baja California tienen sólo 11 por ciento de la población del país, pero 41 por ciento de los homicidios reportados en México.

Aun dentro de los estados mencionados hay una fuerte concentración de la violencia en algunas zonas. En el caso de Chihuahua, dos tercios de los asesinatos ocurren en Ciudad Juárez, mientras casi tres cuartas partes de los cometidos en Baja California son en Tijuana.