Santiago, 18 de octubre. Incidentes violentos se desataron hoy en el centro de Santiago y en las cercanías de varias universidades y colegios, cuyo saldo fue de al menos 61 detenidos y varios lesionados, informó la policía en el primer día de un paro nacional de 48 horas convocado por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).

Barricadas incendiarias fueron levantadas en una decena de puntos de la ciudad con fogatas de basura, neumáticos y otros objetos, incluida la quema de un autobús de pasajeros por un grupo de encapuchados frente a la Facultad de Humanidades de la Universidad de Chile. Los pasajeros fueron bajados del vehículo y el chofer resultó herido.

El gobierno derechista de Sebastián Piñera condenó los actos de violencia que estallaron con los enfrentamientos entre estudiantes y la policía militarizada de carabineros. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, anunció que tras la quema del autobús se invocará la Ley de Seguridad del Estado, una severa normativa usada para casos excepcionales para el mantenimiento del orden público.

No obstante, el vocero gubernamental Andrés Chadwick afirmó que el país está en absoluta normalidad y que sólo se han levantado barricadas en algunas calles. No hay paro, no existe el paro, sin perjuicio de ello; una vez más tenemos que lamentar que los encapuchados de siempre, los violentos, los vándalos, hayan realizado una serie de acciones condenables, dijo.

En esta tónica, fuerzas especiales de carabineros irrumpieron en la facultad de Filosofía de la Universidad de Chile, donde detuvieron a estudiantes y causaron lesiones graves a dos funcionarios, en un cuestionado operativo con el supuesto objetivo de enfrentar a los encapuchados que habían participado en el incendio del autobús en las inmediaciones.

En medio de forcejeos entre una delegación universitaria y carabineros, el dirigente magisterial Jaime Gajardo y el líder sindical Arturo Martínez se abrieron paso para entregar en el Palacio de la Moneda al gobierno los resultados del plebiscito ciudadano del 7 y 8 de octubre, en que participaron cerca de millón y medio de personas y en el que 87 por ciento apoyó la educación gratuita.

En tanto, el presidente Piñera y el ministro de Educación, Felipe Bulnes, promulgaron una ley que incrementa la subvención escolar preferencial en 21 por ciento y que beneficiará a unos 800 mil alumnos procedentes de las familias más vulnerables.

Al cierre de esta edición se informó de cacerolazos en las plazas Italia y Ñuñoa.