Morelia, Mich., 18 de octubre. De humor relajado y sonrisa pétrea, el colosal actor mexicano Damián Alcázar se presentó al homenaje que le tributó el Festival Internacional de Cine de Morelia. El auditorio José Rubén Romero fue insuficiente para albergar al público michoacano que se dio cita para ver a su paisano.

Damián abrió el fuego mencionando: Creo que a Michoacán se le ha sacudido mediáticamente más que al resto del país; me parece que estaban allanando el camino para ver si la gubernatura se quedaba en familia... pero esto lo hubieran hecho en Veracruz, Durango, Chihuahua, Sonora, Coahuila y no fue a sí, aquí fue una sacudida medio injusta de una cantidad de errores que se han cometido en este momento en nuestro país... Qué bueno que se sigue haciendo un esfuerzo por realizar este festival para que vean que los ciudadanos queremos tener una vida amable; los responsables de hacer el cine y de la cultura, necesitamos hacerselo ver a las autoridades obtusas; es importante para que los michoacanos tomen conciencia de solidaridad y entre nosotros, demostarnos que la violencia es más un asunto mediático.

Antes del homenaje Alcázar presentó su más reciente película, Fecha de caducidad, dirigida por Kenya Márquez, la cual obtuvo el mayor consenso entre el público como la mejor cinta proyectada hasta el momento en el certamen.

Ahí se le preguntó al respecto de las declaraciones del presidente del FICM, Alejandro Ramírez Magaña, sobre que el problema del cine mexicano no es cuestión de exhibición ni distribución, sino su dudosa calidad: Creo que fue una desafortunada aseveración, pues hay cine mexicano maravilloso.

Caníbales

La coprotagonista de la cinta, Ana Ofelia Murguía, agregó: Yo tengo la vivencia de que en el cine nacional somos caníbales. Veo que hacen críticas a las películas gringas malas, que terminan diciendo que son pésimas; en cambio de una película mexicana ni hablan, no la toman en cuenta y siempre que hablan de una le encuentran defectos. Es muy triste, sólo admiran a mis compañeros, que merecen todo mi respeto, que han triunfado en el extranjero y los que estamos aquí nunca aparecemos.

Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del Festival Internacional de Cine de Morelia, dio al actor el reconocimiento El Ojo, escultura hecha por Javier Marín, artista de Uruapan. Dijo: Entregártelo Damián es un motivo de orgullo; ojalá te recuerde que en este estado y en este festival se te quiere, se te admira y se te respeta; además nadie sabe más que tú que lo mereces, aunque nos digas que no. Lo que provocó la primera de innumerables ovaciones del público para el protagonista de La Ley de Herodes.

El actor recibió el premio El Ojo, escultura del artista michoacano Javier MarínFoto Iván Sánchez

Luego Damián tomó la palabra y dijo: Un fuerte abrazo para todos. Me siento más viejo con cada homenaje, porque como el maestro Jorge Fons dice que cuando rinden uno sienten que te están cafeteando... yo todavía puedo bailar cha cha chá... La pieza está maravillosa y voy a impulsar una propuesta para que a partir de hoy cada reconocimiento venga acompañado con el sueldo de la película más reciente.

Después de que alguien lo invitó a participar en el nuevo proyecto para dar voz a Kalimán, dijo: La doy más de Solín... pero claro después nos tomamos un café y platicamos del proyecto.

De regreso al homenaje, Alcázar dijo: Hay que apoyar al cine mexicano, tiene que significar algo que nos una, demostrar que sí hay películas de calidad. El FICM empezó muy cálido, muy personalizado y así se ha mantenido: ha crecido y se ha convertido en el más importante de nuestro país, lo que se traduce en que el esfuerzo y la pasión que le tienen al cine ha valido la pena. Es un placer estar aquí.

Retrospectiva

Sobre la retrospectiva que se proyecta en el festival, Alcázar desmenuzó: “Faltó mucho más tiempo, y los directivos del certamen decidieron que fueran esas películas. A mí me interesaba mostrar El último comandante para tener la posibilidad de un estreno en México; es muy difícil conseguir distribuidor y más para una película costarricense o nicaragüense como es el caso. Además de que se proyectaran Don’t Let Me Drown, que habla de la segunda generación de mexicanos nacidos en Estados Unidos y la traje con la posibilidad de que encontrara distribuidor; La leyenda de una máscara, de Pepe Buil, una gran historia; Un mundo maravilloso, de Luis Estrada, parte de la trilogía fundamental para entender el México de nuestros días; y Las Vueltas del Citrillo, de Felipe Cazals, señor clave”.

Exhortó a los jóvenes a que tengan cuidado con el retorno al conservadurismo y a trabajar más por salir a las calles que meternos en la sacristía. Además recomendó a las mujeres que hagan con su vida y su futuro lo que quieran.