El PRI en la Cámara de Diputados denunció que el gobierno federal pretende privatizar el servicio de energía eléctrica, porque incentiva con su omisión el deterioro de las líneas de transmisión y los instrumentos de consumo particular en casas y empresas. Esto conducirá a futuro a concluir que los servicios que presta el Estado en esa materia sean insuficientes, y se abrirá la puerta a la intervención de la iniciativa privada, afirmó.

Al comenzar los trabajos de la comisión especial encargada de revisar las tarifas de energía eléctrica, el PRI también acusó a la administración panista de abandonar consistentemente la responsabilidad social que el Estado asumió desde hace 80 años con la Constitución mexicana:

Se han privatizado los servicios de salud, se intenta privatizar la distribución del agua potable, la iniciativa privada interviene directamente en la industria petrolera, y ahora se abrirá el sector eléctrico a los privados con el baladí argumento de adelgazar el gasto público, insistió Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI).

Destacó que la escalada en tarifas y el descontrol en la cobranza serán los motivos principales del quehacer del Legislativo en la comisión, sustancial para dar pasos legislativos e impedir que el gobierno federal privatice los servicios públicos, como la electricidad, porque el objetivo de esta administración es elevar los costos de la energía eléctrica.

Aseveró que el problema de la actual administración es buscar, en un país de elevada pobreza, usuarios que se ajusten a los altos precios de la energía eléctrica. El gobierno cree más en el mercado que en la política social, procedimiento que calificó como proceso de exterminio, porque empareja a la gente o la extermina.