Tuxtla Gutiérrez, Chis., 17 de octubre. Tras rechazar que la solución al problema migratorio sea la militarización de la frontera sur, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, planteó que su administración propone la sustitución de las visas para ciudadanos centroamericanos por un documento de identidad biométrica, o una cédula de identificación oficial que se emita en los países de la región.

En el contexto de la reunión preparatoria de la 13 Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, que se lleva a cabo en este estado, el mandatario explicó que aquí llegan miles de centroamericanos cada año sin documentos, por lo que esas identificaciones serían fundamentales en los esfuerzos por combatir uno de los negocios más viles, que es el tráfico de personas.

La delincuencia organizada trasnacional aprovecha la falta de documentos de los migrantes para cometer abusos con ellos, por lo que es preciso tomar otras acciones radicales, explicó.

La militarización de la frontera sur, dijo, no es la respuesta a esta problemática. En el tema de la trata de personas, la solicitud del gobierno estatal es sustituir la visa a centroamericanos por un documento que cada nación emita y que contenga los datos biométricos de cada persona, como una identificación.

Esto es porque, al no contar con una visa para internarse en México, la gran mayoría llegan sin papeles, se ocultan, no tienen identidad legal y eso es lo que da a las bandas de traficantes de personas la posibilidad de operar con total impunidad contra ellos. Por ello se propone crear este documento de identificación biométrica, como un punto necesario y vital para visualizar y dar identidad a los migrantes, ya que de toda forma entran a México, y no por la puerta.

El compromiso sería que las naciones emitan este documento y quienes lleguen al país lo hagan con él, aunque no con visa, como forma de legalizar a las personas y arrebatarl este jugoso negocio a las bandas delictivas, puntualizó el mandatario estatal. Agregó que Chiapas recibe mayor número de migrantes que el de los chiapanecos que salen del estado; cada año llegan a trabajar, tan sólo a las fincas del café, 30 mil personas de otros países.