Hierba de zorrillo
l asociar los antiguos mexicanos al epazote con el zorrillo (recordemos que épatl es zorrillo en náhuatl), tuvieron en cuenta el olor penetrante de este condimento, privilegiando el sentido del olfato por encima de la vista, sentido que suele tener mayor presencia en occidente.
El epazote, que en la clasificación occidental se conoce como Teloxys ambrosioides y es el más difundido, tiene presencia cultural en buena parte del país, pues se le nombra en muchas lenguas, además del náhuatl. En zapoteco es bitiáa, jogañai en ñañú, shutpajuic en popoloca, toitshán entre los huastecos, y cuatsitinisa en purépecha, entre otras.
Es interesante señalar que a una variedad de epazote, conocida como Teloxys graveolens, en algunos lugares se le llama epazote de zorrillo; en este caso, comenta Alfredo López Austin, se reitera el nombre náhuatl en español, como ocurre en Ixtapan de la Sal; yztatl es sal.
Desde la antigüedad se usó el epazote como condimento y también como medicina. Esto es común en la cocina de varios países; muchas hierbas aromáticas se aprovechan por sus propiedades medicinales, en especial por ser digestivas. Esta planta, utilizada por los médicos indígenas, fue descrita por Francisco Hernández como una hierba que se comía cruda o cocida; agregada a las comidas fortalece, alivia a los asmáticos y enfermos del pecho, y proporciona alimento agradable
. La infusión, escribe Hernández, contiene las disenterías, quita las inflamaciones y arroja del vientre los animales nocivos
. Se cultivaba en los huertos de las regiones cálidas y templadas.
Javier Lozoya cita al científico Vicente Cervantes, quien en su Materia médica vegetal de México, de finales del siglo XVIII, menciona que la variedad de epazote que clasifica como Chenopodium ambrosiodes, excita poderosamente el sudor, la orina y el menstruo; cura los flatos y corrobora el estómago
. El epazote, que llamó Chenopodium antihelmiticum, tenía este nombre por ser remedio para las lombrices.
En Europa se difundió como remedio popular y a la infusión hecha con las hojas de epazote, se le llamó té de México. A lo largo del siglo XX se distribuyó comercialmente un producto hecho a partir del ascaridol, aceite presente en el epazote, cuya acción como desparasitante fue descubierta por médicos mexicanos a finales del siglo XIX.
El ascaridol, en dosis elevadas, tiene efectos tóxicos, pero Lozoya afirma en Xiuhpatli (UNAM, 1999), que el uso de las hojas de epazote como condimento y para al elaboración de tés digestivos carece de riesgo
; en ellos la concentración del aceite es muy baja. Sigamos disfrutando de los sabrosos frijoles negros y las quesadillas con epazote.