La filosofía, una escuela de la libertad es el título de un amplio y detallado estudio interdisciplinario en torno a la situación actual de la investigación, enseñanza y difusión de dicha materia en el mundo.

Auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se trata de un estudio en el que participaron más de 200 filósofos del orbe, con el propósito de no sólo ofrecer un panorama actual de la enseñanza de la filosofía, sino también de abrir perspectivas para el mejoramiento de los programas existentes a todos los niveles educativos, identificando al mismo tiempo las carencias en la materia. De tal manera que dicho estudio es un vasto conjunto de ideas, experiencias, iniciativas y prácticas, oportunamente reunidas.

El trabajo fue publicado originalmente en inglés, francés y árabe hace cuatro años. Ahora, se ha traducido al español gracias a los esfuerzos y a la edición de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I), la Unesco y el Centro Unesco de Cataluña, volumen que fue presentado la noche de este jueves en la Rectoría General de la UAM.

El contenido del libro y su importancia para América Latina, al ser traducido al español, fue comentado por Javier Velázquez Moctezuma, rector de la UAM-I; Paulette Dieterien, presidenta de la Asociación Filosófica de México; el filósofo y maestro Luis Villoro; Ricardo Guerrero, representante de la Unesco, y el también filósofo Gabriel Vargas Lozano.

Este último destacó que el trabajo , cuyo subtítulo es Enseñanza de la filosofía y aprendizaje de filosofar: la situación actual y las perspectivas para el futuro, es una iniciativa mundial que arroja como resultado una visión de gran desigualdad, pues, por ejemplo, en unos países se enseña filosofía y en otros no, en unos la enseñanza es laica y en otros es asumida por la religión.

Sin embargo, criticó el especialista, “a partir del estudio se observan dos fenómenos globales: por un lado, hay tendencias que desean –llevados por una concepción tecnocrática– que desaparezca no sólo la filosofía, sino también los estudios humanísticos de la educación formal e informal; y por otro, una importante fuerza que se opone a dicha desaparición y que, por el contrario, considera que la filosofía, como reflexión crítica sobre los graves problemas que afectan a la humanidad, es más necesaria que nunca”.

El maestro Vargas Lozano, encargado de los trabajos de edición, señaló en charla aparte que el también informe se presenta como respuesta a los embates de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), organismo que ha estado impulsando en el mundo una concepción tecnocrática y privatizadora de la educación.

Es la OCDE, por ejemplo, la que impulsa en Europa el Plan Bolonia, la privatización de la educación en Chile y la que impulsa en México la ausencia de la filosofía en la educación media superior, detalló el experto. “En contra de todo ello está el libro La filosofía, una escuela de la libertad.”

La importancia de este libro, explicó, es que nos da armas para pensar o para poner en cuestión las corrientes de pensamientos dominantes. Es por ello que ampliar la enseñanza de la filosofía a todos los lugares implica fomentar su capacidad creativa, reflexiva y crítica, pues no se requiere ser perspicaz para advertir que nos encontramos en medio de una severa crisis económica, política, ideológica, social y de valores, y por ello es que la filosofía es más necesaria que nunca.

En su momento, el maestro Luis Villoro fue muy breve. Se refirió a qué es un filosofo y su ámbito, para lo cual citó un dialogo entre el ateniense Solón y el rey Craso, cuando se utilizó por vez primera la palabra filosofía. El filósofo es el hombre que, ojos abiertos, pregunta todo a los objetos; pregunta también a los hombres, pero sólo de sí mismo espera una respuesta para poder narrarla después.

La filosofía, una escuela de la libertad, editado por la UAM-I, se conformó con base en las guías propuestas por los expertos Michel Tozzi, Luca Scarantino, Pascal Cristofoli y Oscar Brenifier, quien, por cierto, se encuentra en México para poner en marcha un programa de acercamiento a los niños a la filosofía mediante el arte (La Jornada, 14/10/11).