Sábado 15 de octubre de 2011, p. 21
Londres. El secretario de Defensa británico, Liam Fox, renunció ayer en medio de una polémica por sus lazos con un empresario con intereses en el ramo, asestando un golpe al gobierno de David Cameron y generando dudas sobre los esfuerzos para reformar el ejército. Cameron nombró al secretario de Transportes, Philip Hammond, considerado un hombre capaz, nuevo secretario de Defensa. A Hammond se le considera parte de la derecha del Partido Conservador, pero no tanto como a Fox. Los medios británicos han estado llenos de historias sobre la naturaleza de la relación entre Fox y su ex compañero de apartamento y padrino de su boda, Adam Werritty, quien se reunía frecuentemente con el ahora ex ministro y se hacía llamar falsamente su asesor
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