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Llevarán 2 mil 200 despensas que estaban atoradas en Manzanillo

Se inicia puente aéreo en Jalisco para ayudar a afectados por Jova

Gobernación declara zona de desastre los 10 municipios de Colima

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El poblado Emiliano Zapata, en Puerto Vallarta, Jalisco, quedó sin suministro de agua y sin servicios de electricidad y teléfono, debido a las afectaciones por el paso del huracán JovaFoto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 15 de octubre de 2011, p. 27

Puerto Vallarta, Jal., 14 de octubre. El huracán Jova, que impactó las costas de Jalisco la madrugada del miércoles, movió a la solidaridad comunitaria de los ejidos Emiliano Zapata y Francisco Villa, que enfrentan escasez de víveres y agua para beber, lo mismo que falta de energía eléctrica y comunicación telefónica.

Lo que abunda es la acción de la gente para salir adelante al impacto frontal del meteoro, a la inundación provocada por el río Cuitzmala, que se llevó casi todo lo material, pero no el ánimo del pueblo que sonríe aun en la desgracia.

Estos dos ejidos del municipio de La Huerta, divididos por una sola calle lodosa, suman menos de 3 mil habitantes y son los que recibieron frontalmente a Jova. La tormenta descargó allí su furia tronchando árboles desde la raíz, destechando casas, desmembrando construcciones y arrasando sembradíos. Cerros desgajados, carreteras intransitables y la peor inundación en muchos años son parte ahora del panorama.

Juan Ramón Zárate, director de la primaria Francisco Villa, está a cargo del albergue en que fue convertido el plantel desde el martes y en el que se ha atendido a la población, a los técnicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que buscan reponer los postes y líneas caídos, un colegio que la madrugada de la tormenta sirvió de refugio con sus ventanales aún tapiados con madera y el techo de dos aguas estropeado por el voladero de tejas.

Nos preocupa un poco que los alimentos están por terminarse, creo que en 36 horas estaremos llegando al límite, dice. Elogia al muchacho que en la cocina prepara los 10 kilos de res y costilla de puerco que donó el carnicero del pueblo, angustiado por la falta de energía eléctrica o la necesidad de la gente, quién sabe.

A un lado de la escuela, descompuestos, esperan dos camiones del DIF Jalisco. Se quedaron varados en la inundación del Cuitzmala, que comenzó casi ocho horas después del huracán, con los aluviones de los cerros que hicieron que el río creciera como nunca en los 50 años recientes, según Ramón Verduzco Mejía, un viejo lugareño que se queja por la pérdida de frijol y maíz ante la creciente.

Es el día inaugural de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, a ocho horas de camino por carreteras destrozadas desde Villa y Zapata. Como en la capital, en la escuela también hay banderitas de todo el continente pegadas en los ventanales: Cuba, Chile, Ecuador…

Con la llegada del segundo helicóptero de los cinco que tiene el gobierno estatal, hoy inició por fin el puente aéreo. Es la aeronave del gobernador que arribó dos días después del percance, pero que mucho ayuda, sobre todo por su capacidad para transportar mayor cantidad de materiales de auxilio.

Roberto Padilla Cortés, de la Cruz Roja Jalisco, sonríe. Ahora sí podrán traerse las 2 mil 200 despensas y los mil 700 paquetes de higiene que estaban atorados en Manzanillo, ocupado como estaba el Fénix en los 37 rescates de otras tantas personas que hizo el día después de la tormenta, o en llevar enfermos, también hacia Manzanillo, para recibir atención inmediata, imposible de otorgar debido a los cierres al tránsito de la carretera federal 200.

A la base también llegó una oruga, un camión articulado de la Cruz Roja que vino desde Baja California, con tracción tipo tanque de guerra, para acceder a comunidades apartadas. Desde la base de la institución en Toluca, estado de México, vía Puerto Vallarta, viene otro camión con mil 400 despensas que servirán, cada una, para el consumo de una familia durante una semana.

Parte de esa ayuda irá a Cuautitlán, municipio nahua en la zona serrana que quedó en mayor aislamiento y en el que hay al menos 10 mil indígenas damnificados, que se suman a los 12 mil de La Huerta y a los 30 mil de Cihuatlán, dice Trinidad Padilla López, director de la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPC).

Camino a Puerto Vallarta, desde Melaque, la devastación de Cihuatlán y La Huerta va quedando atrás, como la labor de los mil 500 técnicos de la CFE, de los soldados y marinos, de los rescatistas de la UEPC.

En la carretera federal 200, llena de árboles caídos, empleados de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes abren la ruta a machetazo limpio y pasan camiones del gobierno jalisciense con retroexcavadoras que van a ayudar en la limpieza.

Tras el paso de Jova, la Secretaría de Gobernación declaró a los 10 municipios de Colima zona de desastre, por lo que sus autoridades tendrán acceso a los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales para atender las necesidades alimenticias, de abrigo y de salud de la población afectada.

Aún se desconoce la magnitud de la tragedia en aspectos económicos. Los cuatro municipios que más pérdidas económicas sufrieron son Manzanillo, Tecomán, Armería y Coquimatlán, informó Laura Gurza Jaidar, coordinadora de Protección Civil federal durante la instalación del comité de evaluación de daños en Colima.

La dependencia federal también emitió declaratorias de emergencia para los municipios de Catazajá (Chiapas) y Campeche (Campeche) por la ocurrencia de lluvias severas del 5 y 13 de octubre, respectivamente.

Con información de Juan C. Flores, corresponsal en Colima