El titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Blake, abogó ayer en la Cámara de Diputados por la reforma política, en especial la relección de representantes populares, que en la víspera fue rechazada en comisiones, donde los legisladores condicionaron su eventual aprobación al resultado de una consulta ciudadana en 2012. Temas como la relección son armas poderosas para la ciudadanía, adujo Blake.

En materia de seguridad, anunció que los operativos conjuntos contra el crimen organizado se extenderán a Coahuila, especialmente en la región de La Laguna, con el mismo esquema aplicado en Veracruz, Chihuahua, Guerrero y Nuevo León, en donde jefes de las corporaciones federales y de las fuerzas armadas fungen como mandos máximos en materia de seguridad. Aseveró que los despliegues son constitucionales y que se trata no de una opción sino de un imperativo para el gobierno de la República.

Beatriz Paredes le exigió una autocrítica, al considerar que es muy alto el riesgo que las medidas asumidas para combatir a la delincuencia sean a tal grado irreversibles que lesionen el tejido social y recuperar al país nos lleve mucho más tiempo a todos los mexicanos, o que con el pretexto de combatir a la delincuencia, se corra hacia un autoritarismo que no vamos a permitir.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Gobernación, con motivo de la glosa del quinto Informe de gobierno de Felipe Calderón, el funcionario prometió que no se dará ningún permiso más para operar casinos, en tanto el proceso de investigación y depuración concluye.

A lo largo del intercambio, el secretario emitió prolongados argumentos pero no satisfizo a los diputados, quienes le reclamaron el avance de la militarización en el país, la estrategia fallida contra el crimen organizado, los cateos ilegales, la expansión de los cárteles de la droga y grupos criminales regionales y, en general, el saldo de 50 mil muertos en el sexenio.

“No se emocione con la Ley de Migración… esto ya parece democracia necrófila. ¿A partir de cuántos muertos se consolida la democracia? ¿Qué va a hacer con tantas víctimas? ¿Qué va a hacer con los 3 mil pedazos de cadáveres en Zacatecas?”, le cuestionó la diputada petista Guadalupe Reyes.

Otros legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México y Movimiento Ciudadano le reprocharon su omisión en las respuestas y por convertir la comparecencia en un nuevo diálogo de sordos. Pero también recriminaron errores, ineficiencias y casos de corrupción en las principales responsabilidades de la dependencia a su cargo, en especial que no haya actuado a tiempo para cerrar el casino Royale (cuyo incendio, el 25 de agosto pasado, provocó la muerte de 52 personas) y, sobre todo, no iniciar los procedimientos para derogar los permisos de otros establecimientos que operan en la ilegalidad.

Criticaron además el incumplimiento de las sentencias en contra del gobierno mexicano emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos; el bajo nivel en la expedición de la cédula de identidad para menores y lamentaron la participación del subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, Felipe Zamora, por exponer a los ministros sus opiniones personales en el debate sobre el aborto.

Blake no respondió a la mayoría de las preguntas, ni cuando el priísta César Augusto Santiago se refirió a los negocitos banales de los festejos patrios, porque su exposición inicial la llevaba en un dispositivo electrónico y luego se enredó con las tarjetas que le acercaron los subsecretarios.

“Un ejercicio gubernamental se mide por el cumplimiento a la Constitución y no por los puntos de rating ni los decibeles de propaganda en la radio y la televisión. Usted no ha cumplido con la Constitución, ni el titular del Ejecutivo. Sugiérame qué hacer porque ello no puede quedar así. ¿Qué hace la Marina pateando domicilios y el secretario (de Gobernación) contestando incoherencias?”, ironizó César Augusto Santiago, en referencia al allanamiento a la casa del priísta Eduardo Bailey.