Otras desaparecerán ante medidas para prevenir riesgos financieros
Viernes 14 de octubre de 2011, p. 27
La autoridad reguladora del sistema financiero mexicano busca que un grupo de instituciones de crédito de la llamada banca popular
se ciña a las reglas de capital mínimo que están obligados a cumplir los grandes bancos que operan en el país, proceso que puede concluir en la fusión o desaparición de varios de estos pequeños intermediarios.
Es un esfuerzo que va a costar trabajo
, opinó Christian Schjetnan, presidente del Consejo Mexicano de Uniones de Crédito (ConUnión). Varias uniones de crédito, un tipo de intermediario que provee financiamiento a sectores como el agrícola, minero, alimentario y de prestación de servicios, entrarán en un proceso de fusión con otras ante la eventualidad de no poder cumplir estas reglas de capital mínimo, anticipó Schjetnan.
Después de la crisis de 2009, las autoridades reguladoras nacionales y de instancias internacionales comenzaron a diseñar un esquema de prevención de riesgos más rígido, que incluye medidas como el aumento en el capital de los intermediarios financieros. Esa serie de normas, que se discuten en el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), buscan evitar que si algún o alguno de los grandes bancos que operan en el mundo entra en una situación de riesgo o falta de capital se pueda afectar al resto del sistema. En México, las autoridades decidieron hacer una aplicación general de esas nuevas reglas –que están ahora en discusión– no sólo para los grandes sino también para los bancos más pequeños, así como para otros intermediarios financieros.
Es el caso de las uniones de crédito, intermediarios que, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la autoridad reguladora del sector financiero, forman parte del sector de ahorro y crédito popular (ACP), nombrado también banca social. Estas entidades proporcionan servicios financieros a los sectores y comunidades que carecen de ellos, según la CNBV. Su desarrollo, abunda, continúa con un gran dinamismo y se encuentra en proceso de normalización de las entidades que lo componen, al acogerse a la regulación y autorización para operar que en cada caso les compete.
Las uniones de crédito reguladas por la CNBV tienen activos por un monto conjunto de 34 mil 663.7 millones de pesos y una cartera de préstamos de 25 mil 638.5 millones de pesos, en ambos casos con cifras a junio de este año, las últimas disponibles.
Todas estas nuevas regulaciones sobre capital mínimo también incluirán a las uniones de crédito
, explicó Christian Schjetnan, presidente de ConUnión, organización que representa a estos intermediarios. Desde que fue expedida una nueva ley de uniones de crédito hace tres años, toda nuestra regulación es muy parecida a la de los bancos
, añadió. Necesariamente, opinó, las reglas de capitalización y liquidez que se vayan desprendiendo de las recomendaciones internacionales y sean adoptadas para los bancos serán extendidas a las uniones de crédito.
Las nuevas reglas obligan a elevar los índices de capitalización de los intermediarios, en este caso las uniones de crédito. El índice de capitalización, que refleja la relación entre el capital neto y los activos sujetos a riesgo, es un indicador de la fortaleza financiera de una institución para hacer frente a pérdidas no esperadas. Actualmente, la banca privada debe tener un índice de capitalización mínimo de 8 por ciento, que subiría a 10 por ciento una vez que entren en vigor nuevas reglas.
En el caso de las uniones de crédito, actualmente la autoridad nos pide un índice de capitalización mínimo de 8 por ciento y probablemente nos lleve hasta 10.5 por ciento
, agregó Schjetnan. Las nuevas reglas de capital representan un esfuerzo que va a costar trabajo, pero en la medida en que las uniones de crédito estemos más sólidas y demos más confianza a los participantes del mercado, a la larga es un beneficio
, dijo.
No todas las uniones de crédito podrán cumplir con las nuevas reglas de capital, lo que probablemente ocurrirá el próximo año, según han adelantado autoridades financieras. Actualmente, hay 120 uniones de crédito, de las que unas 20, según Schjetnan, ya no sirven para nada
, pues tienen capital incluso negativo y prácticamente ya no operan. Puede haber otras 20 a las que sí les va a costar trabajo
cumplir la nueva norma de capital, añadió.
La ConUnión ha iniciado pláticas con la Corporación Financiera Internacional, el brazo del sector privado del Banco Mundial, y Nacional Financiera para que participen con capital temporal en las uniones de crédito que no puedan cumplir con la capitalización.