La Secretaría de Gobernación advirtió que los diputados deben atender primero las tareas pendientes, como designar a los consejeros electorales, antes de discutir cambios profundos para el país, como el gobierno de coalición.

Para nosotros es preocupante estar pensando en otras figuras donde se busca que haya grandes acuerdos en el Congreso, cuando no hemos podido superar el tema de los consejeros del Instituto Federal Electoral, subrayó Rubén Fernández, subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación.

Aseveró que es necio ahondar en el tema de la relección de alcaldes cuando en la minuta de reforma política aprobada por unanimidad en la Cámara de Senadores no se planteó así.

El funcionario opinó acerca del desplegado que firmaron tres aspirantes a la Presidencia de la República (Manlio Fabio Beltrones Rivera, Santiago Creel Miranda y Marcelo Ebrard Casaubon), así como un grupo de periodistas e intelectuales, en el cual proponen que haya gobierno de coalición en caso de que ningún partido obtenga la mayoría en la Presidencia y el Congreso.

Señaló que para el gobierno federal es fundamental que las fuerzas políticas recuperen, antes de cualquier cosa, los acuerdos sobre la minuta de reforma política aprobada en abril en el Senado, y lamentó que a la tardanza hayan contribuido todos los partidos.

Es interesante la propuesta (de gobiernos de coalición), pero nos parece que por el momento hay otros puntos que resolver antes de entrar a un tema tan estructural, dijo.

Argumentó que una enmienda de esa magnitud debe ir acompañada de mecanismos de equilibrio y control de poderes.

A la postura expuesta en el desplegado, agregó, le hacen falta dos o tres elementos adicionales para que sea equilibrada: la reforma política con base en la minuta del Senado y acuerdos para la designación de los consejeros electorales, como vía para acreditar otros pactos sólidos propios de un régimen parlamentario que el país nunca ha tenido ni ha estado cerca de ello.

Confió en que los diputados aprueben la minuta del Senado. Somos el único país en América Latina donde los ciudadanos no controlan a los legisladores. México no merece quedarse rezagado en cuanto a la calidad de su democracia, dijo.