Para compensar la baja de la producción de maíz en Sinaloa –se estima en 2 millones de toneladas– en el ciclo otoño-invierno, se impulsará la siembra del grano en Veracruz, Campeche y Tabasco, anunció Francisco Mayorga Castañeda, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

En entrevista, tras inaugurar el foro internacional Administración de riesgos en el sector agropecuario, cambio climático, seguridad alimentaria y desarrollo competitivo, afirmó que por la sequía y heladas se dañaron las cosechas en 350 mil hectáreas, y se ha apoyado a productores con alimento suplementario para 1.7 millones de cabezas de ganado.

No estamos de brazos cruzados, aseguró. Agregó que se está aplicando un paquete de riesgos en el que se contempla, de manera integral, el manejo de seguros catastróficos, riesgos por coberturas de precios y acciones de sanidad para enfrentar los daños causados por fenómenos climatológicos.

Explicó que para impulsar la siembra del grano en los estados del sur y el sureste del país se seleccionan las mejores semillas, con el fin de elevar la productividad. En el caso de Sinaloa, expresó que por la reducción en la disposición de agua para riego se producirá menos por hectárea.

Según datos del gobierno de ese estado, para el ciclo-otoño invierno se estima que se sembrarán sólo 318 mil de las más de 500 mil hectáreas que regularmente se destinan al cultivo.

Con el acompañamiento tecnológico adecuado, semillas mejoradas y más tolerantes a la sequía se logrará tener la oferta necesaria del grano, aseguró Mayorga.

Agregó que, considerando el cambio climático, el país ya no debe perder tiempo y utilizar semillas genéticamente modificadas.

Descartó que el precio de las semillas mejoradas impacten en el precio del maíz, ya que no hay una relación directa entre el precio de producción y el costo del grano; hay suficiente margen entre ambos rubros, que permiten al productor agrícola tener ganancia.

Antes, en la inauguración del foro –organizado por la Sagarpa, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Puebla–, mencionó que la contratación de seguros agropecuarios catastróficos ha permitido transferir el riesgo a los agentes financieros especializados y avanzar en la protección a productores de bajos ingresos.

Pero consideró necesario pensar en nuevos esquemas de aseguramiento, a la medida de las necesidades, condiciones y posibilidades económicas de los productores comerciales para ampliar la gama de opciones.

Aseveró que la producción de alimentos y materias primas es una actividad riesgosa por naturaleza; “trabajamos con seres vivos expuestos a la variabilidad climática, a la incidencia de plagas y enfermedades y a la volatilidad de sus precios.

El cambio climático trasciende la esfera de lo ambiental y representa una amenaza creciente para la humanidad (...) Estamos ante una realidad que no hemos ignorado, lo importante es que tenemos opciones y las estamos utilizando mediante diferentes mecanismos.