California se convirtió el lunes en el cuarto estado –después de Oklahoma, Texas y Nuevo México– que autoriza a los alumnos indocumentados de educación superior solicitar becas privadas y gubernamentales, gracias a la entrada en vigor de la ley AB 130, conocida como Dream Act (Ley del sueño estadunidense).

La oficina del gobernador Jerry Brown –demócrata de tenencia liberal– informó que el mandatario estatal refrendó la ley AB 130, que autoriza a estudiantes indocumentados de universidades solicitar becas a entidades privadas y permite excepciones de pago en 114 colegios comunitarios de California.

Este beneficio se suma a las conquistas obtenidas por medio de la ley AB 131, norma aprobada en julio pasado por la legislatura estatal, que entrará en vigor en enero de 2013 y dejará a los indocumentados en condiciones de conseguir becas del sector privado.

Ley con sentido

Datos del Departamento de Finanzas de California indican que unos dos mil 500 estudiantes podrán acceder en 2013 a las becas gubernamentales, conocidas tam- bién como Cal Grants.

Las dos leyes fueron impulsadas por Gil Cedillo, asambleísta demócrata que representa a los ciudadanos del este de Los Ángeles, zona tradicionalmente habitada por mexicanos tanto de viejas generaciones como recién llegados a Estados Unidos.

Luego de haber invertido 12 años en la educación secundaria de jóvenes, que llegaron sin culpa alguna, lo más inteligente que podemos hacer es permitir a estos estudiantes obtener becas y ser tratados como cualquier otro alumno. Necesitamos una fuerza laboral educada, dijo Cedillo al celebrar que Brown haya refrendado la AB 130.

También el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa, elogió la decisión de Brown. Cuando California enfrenta un déficit de un millón de universitarios graduados para 2025, esta ley tiene mucho sentido para nuestra economía, dijo.

Brown, tras firmar la ley AB 130 el fin de semana, afirmó que ir a la universidad es un sueño que promete estimulación intelectual y razonamiento creativo.