Bruselas, 8 de octubre. Los partidos políticos belgas de francohablantes y flamencos llegaron este sábado a un acuerdo global de reforma a las instituciones, que prevé mayores poderes para las regiones y permitirá previsiblemente formar un nuevo gobierno 480 días después de las elecciones, informó hoy la agencia Belga.

Los partidos deben ponerse de acuerdo todavía sobre un programa de gobierno, pues el país está privado de éste desde abril de 2010, a raíz de las divergencias entre las dos comunidades sobre el porvenir de Bélgica.

La tarea se anuncia ardua, ya que la división lingüística del reino se agrega a una división política creciente entre el norte flamenco, resueltamente anclado en la derecha, y el sur francohablante en Valonia, que se sitúa en la izquierda.

Entre tanto, el compromiso hecho el sábado por la mañana permite superar un obstáculo importante.

Al cabo de dos meses de discusiones sobre la reforma de las instituciones, la sexta en el país, el presidente del Partido Liberal francohablante, Charles Michel, estimó que la misma es la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

El Partido Ecologista flamenco evocó un compromiso imponente. El diálogo se antepuso al cinismo, estimó su presidente, Wouter Van Besien.

La reforma del Estado acordada prevé la escisión del distrito electoral y judicial de Bruselas y alrededores. El tema, más de naturaleza técnica, está estrechamente relacionado con la disputa entre los flamencos y los francófonos valones.

La modificación permitirá a los belgas francófonos que vivan en comunidades flamencas de Bruselas conservar sus derechos. Varios primeros ministro belgas no habían podido solucionar este conflicto.

Los ocho partidos de las dos comunidades que participaron en las negociaciones y alcanzaron el acuerdo volverán a reunirse el lunes para ultimar los detalles del texto antes de una presentación oficial el martes, a tiempo para el inicio de la sesión parlamentaria en que deberá ser sancionado de manera definitiva.