La certeza de que el América estaría en la liguilla no fue incluida por Alfredo Tena cuando aceptó el ofrecimiento de la directiva para hacerse cargo del equipo, según confió ayer el entrenador.

Yo no prometí clasificar. Vengo a hacer mi mejor esfuerzo, tratando de estructurar el equipo cada semana, que vaya sumando conceptos, y que al final, si no llegáramos a avanzar, se quedarán de base para el siguiente torneo, explicó en conferencia de prensa, luego de la práctica del equipo en el estadio Azteca.

Aunque la situación de las Águilas es difícil, rechazó que sea una hazaña si logran colarse a la siguiente fase. Dijo que deben ir partido a partido, sumar puntos y esperar que los rivales dejen unidades en el camino.

Hizo hincapié en que él hace su trabajo, pero también los jugadores tienen que darse cuenta que estamos en una situación en la que casi ya no se permite el error. Ellos deben percatarse que no se puede más que uno o dos puntos de aquí hasta el final del torneo.

Para lograr el objetivo no es suficiente con echarle ganas, aseguró, y añadió: “Esto es algo sobrentendido, es un porcentaje del partido, pero debe haber calidad, técnica, asociación y compromiso.

Desgraciadamente los resultados no nos han acompañado, pero el funcionamiento me ha gustado y a esto le aunamos que tenemos ganas de clasificar, de seguir luchando; por eso me siento optimista.

Consideró que su trabajo no ha sido difícil, ya que encontró cooperación de los jugadores, que era básico, y no se topó con un vestidor roto, como se comentaba. Quizá algunos no serán amigos, pero son colegas que en este momento tienen que apoyarse.

Indicó que no le gusta la situación en la que se encuentra el equipo, en el fondo de la tabla, pero tampoco puedo sentarme a llorar o a lamentarme. El momento es difícil, apremiante, pero hay que trabajar, motivar, hay que salir de esto.