La poesía vive de los lectores y requiere de interlocutores inteligentes, expresó el escritor
Como académico de la UNAM ha realizado gran labor de difusión de la cultura universal, manifestó el embajador Daniel Parfait
Sábado 8 de octubre de 2011, p. 5
El poeta y académico Eduardo Lizalde, quien ha contribuido en la promoción de las letras de Francia en México, recibió la noche del miércoles la condecoración de la Orden de las Artes y de las Letras, en grado de caballero.
En una ceremonia efectuada en la residencia del embajador de Francia, en esta ciudad, el representante Daniel Parfait elogió la trayectoria literaria del poeta a lo largo de más de seis décadas e indicó que desde diversas posiciones Lizalde ha realizado una encomiable labor de difusión de la cultura, no sólo mexicana, sino también la universal como académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El diplomático agregó que la labor del condecorado como hombre de letras no se limita a la cultura mexicana, ya que cuenta con un oído finísimo y multiplicidad de recursos verbales
que le permitieron realizar traducciones ya agotadas de importantes poetas franceses, como Charles Baudelaire.
Eduardo Lizalde, quien manifestó beneplácito por ese reconocimiento, dijo: Me honra recibirla, me he ocupado de la música francesa y de la filosofía durante toda mi vida y, por supuesto, gente muy cercana a la cultura francesa
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El autor, quien divulgó la vida y obra de emblemáticos escritores franceses de los siglos XIX y XX en la Biblioteca de México José Vasconcelos, señaló: La poesía vive de los lectores y de los críticos, si no en el cajón del poeta se muere naturalmente; requiere interlocutores inteligentes
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Herencia cultural
Acompañado de personajes como Ernesto de la Peña, Jaime Labastida, Mari Jo Paz y Paulina Lavista, Lizalde sostuvo que la poesía es la muñeca fea de la literatura, porque la lee apenas un pequeño grupo: “inclusive los más célebres poetas de Francia del siglo XIX, los fundadores de la poesía moderna como Baudelaire, Verlaine, murieron inéditos, los leyeron un pequeñísimo grupo de personas en vida.
“Es algo extraño –prosiguió–, la poesía emplea un lenguaje muy concentrado y difícil para el público general; para los que les gustan las anécdotas, las historias, los personajes, la poesía es otra cosa, es un lenguaje más complejo y de más difícil acceso para el lector común.”
Recordó que algunos poetas mexicanos murieron inéditos, como Ramón López Velarde; mencionó que los contemporáneos tienen ediciones de cien ejemplares y tardan más de 15 años en ser adquiridos en las librerías.
Eduardo Lizalde indicó que a largo plazo la poesía transforma la mentalidad de las personas, algo diferente de lo que sucede con la economía, la política y las nuevas tecnologías. También se refirió a la herencia de la cultura francesa, el pensamiento y el arte de Francia.
El escritor y ensayista fue designado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 2007 y ha recibido múltiples reconocimientos de carácter literario, en el país y el extranjero, entre los cuales destaca el Premio Internacional Alfonso Reyes 2011.