En medio de extraños robos de sofisticados materiales construcción y de recortes presupuestales, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) de México, el proyecto de investigación cientifíco más ambicioso del país, se abre paso en su exploración paulatina del universo.

Desde la cima –a 4 mil 580 metros de altura– del volcán Sierra Negra, en Puebla, el GTM, único en su tipo por su altitud y amplitud de antena, realizó en junio pasado sus primeras observaciones apuntando a la galaxia Starbust, a unos 12 millones de años luz y considerada cercana, ya que su potencia es hasta de 14 mil.

El proyecto, que significó una construcción de 12 años y tiene un costo de 115 millones de dólares, ha enfrentado distintos atrasos en su cronograma de trabajo, tanto por falta de recursos y malas condiciones climatológicas por su cercanía al Golfo de México como por el reciente robo de materiales para su antena.

Ahora hemos parado un poco las actividades por el inicio de la temporada de huracanes en el golfo. Esta pausa la aprovechamos para recalibrar la superficie de la antena, explica Alberto Carramiñana, director del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el principal operador del GTM.

Durante esta pausa, añadió, se continuó con los trabajos de ampliación de la superficie de la antena, de 50 metros de diámetro en total y que ha sido completada a 32 metros. Pero en días pasados fueron robados 128 paneles que iban a ser colocados.

Las autoridades consiguieron el fin de semana recuperar las piezas y capturar a dos individuos, uno de ellos menor de edad, responsables del robo. Y aunque los paneles, hechos de níquel y aluminio, valen cerca de un millón de dólares, Carramiñana explica que no entiende el robo, ya que esto sólo le puede servir a alguien que esté haciendo un telescopio milimétrico, y vender los materiales por peso no significa una ganancia apreciable.

El INAOE, que trabaja en este proyecto en conjunto con la Universidad de Massachusetts, espera concluir en 2012 la instalación de toda la antena y ajustar la longitud de onda a un milímetro, con lo que operaría a 100 por ciento de su capacidad. Actualmente la longitud de onda se encuentra en tres milímetros.

Pero para 2012 en particular, del presupuesto solicitado recibiremos un poco más de la mitad. Estaremos quizá recibiendo dos terceras partes y en la medida de ese presupuesto, iremos avanzando, dijo el director.

En el proyecto de presupuesto para 2012 presentado por el gobierno de Felipe Calderón, el monto para ciencia y tecnología no representa el 1 por ciento del producto interno bruto, como marcan las leyes en materia de educación, señalaron legisladores de la oposición y personalidades del mundo de la ciencia.

La inauguración, cancelada en dos ocasiones

El presidente Calderón, que desde desde finales de 2010 debía hacer una visita al GTM para declarar su inauguración formal, ha cancelado en dos ocasiones la cita, pero ello, explica Carramiñana, no detiene nuestra operación.

Mientras tanto, los científicos que trabajan en el proyecto del GTM siguen de cerca el desarrollo del Gran Conjunto de Radiotelescopios de Atacama (ALMA), instalado en el norte de Chile, que también es presentado como uno de los mayores avances para explorar las zonas más distantes del universo.

“El GTM es una sola antena del mayor tamaño posible y lo que hace es ver una zona más grande del cielo, hace ‘barridos’ de zonas muy extensas. El ALMA es un sistema de varias antenas de pequeño o mediano tamaño, que pueden ver con mucho detalle un objeto astronómico”, comenta Carramiñana.

Ambos proyectos, explica, no rivalizan, sino son complementarios, ya que el GTM puede explorar zonas muy extensas del cielo, detectando muchos objetos, y el ALMA podrá ver con mucho mayor detalles objetos que puedan parecer interesantes.